A Pepa se le ha olvidado lo que es hacer el amor en ‘First Dates’: “Si hace falta me hago un máster de tres días”
Pepa adivina la profesión de Julio nada más verle: “Este hombre es torero o novillero”
Julio, sobre su pueblo: “Anchuero, por encima de Alcalá de Henares dónde los hombres todavía son bravos, bravos de verdad”
Julio viene de Anchuero “por encima de Alcalá de Henares dónde los hombres todavía son bravos, bravos de verdad”. El soltero se ha dedicado al mundo del toro toda su vida “Fui novillero y luego banderillero”. En el amor le ha ido bien, pero siente que “el amor es como la tapa del yogur, tiene fecha de caducidad”. Estuvo mucho tiempo con la madre de sus hijos y luego con otra señora, y tiene claro que cuando el cura le de la extremaunción no se va a dejar nada por hacer “me lo llevo todo hecho”.
Pepa, su cita, es una mujer inquieta a la que le gusta mucho una juerga y disfrutar. No sabe si está preparada para tener una pareja estable. Al ver a Julio, ha sentido que se había dedicado al mundo del toro y que era novillero por lo menos. Él ha visto a una mujer que le ha parecido atractiva y han comenzado su cita con un brindis.
La soltera ha querido saber cuál era la profesión de su cita y al saber que había sido banderillero, le ha confesado que ya lo sabía por la cicatriz de su nariz y su porte. Julio se ha sorprendido muchísimo, pero también se ha alegrado porque no es fácil encontrar a una mujer que también le gusten los toros. Ella le ha dicho que era un tipo muy simpático y que estaba muy cómoda “se hace lo que se puede, no vamos a venir aquí a llorar”, le ha respondido él.
Pepa le ha dicho que vivía en Madrid, que tenía dos hijos y que llevaba 17 años separada. Julio le ha dicho que no había dos bodas sin tres, y ella no se ha cerrado las puertas. Julio ha sentido que él la podía haber llegado como persona, pero de ahí al amor “es otra cosa”. Pepa estaba muy cómoda, pero no estaba sintiendo las maripositas “eso del flechazo a nuestra edad”. Pero él, le ha contado que lo había sentido hacía bien poco “la vi y fue como cuando te entra algo en el estómago, una diarrea…”.
A Pepa le ha entrado la risa, pero ha entendido que “a cada uno le entran cosquillas en un lado, a él en el esfínter”. En el reservado, Julio ha comenzado a piropear a Pepa y ella ha sentido que era un hombre muy vivido, y le ha advertido “yo no he sentido ningún flechazo”. Le ha contado que ella estaba muy fuera de juego, pero que si era necesario se hacía “un máster de cómo hacer el amor y me pongo al día rápidamente”.
En el momento de la decisión final, Pepa le ha dicho que sí quería seguirle conociendo y que ya se vería, él le ha dado la razón y le ha dicho que la veía muy cerrada al amor. Pepa no sabe si está muy cerrada o muy abierta, pero se lo ha pasado genial con Julio y se han despedido entre risas “no hablamos por teléfono o por tantán, lo que haga falta”.