Marina se considera una persona de mentalidad abierta, creativa, “una ciudadana del mundo”. Busca pasárselo bien y encontrar a un hombre interesante, un hombre culto, con sentido del humor, que haya viajado… Ella se casó con un americano y ha estado diez años viviendo en Estados Unidos. Es profesora de inglés y realiza cursos de tantra para mujeres.
Pablo, su cita, tiene 45 años, es video maker y vive en Tarragona, pero su acento le delata “soy argentino”. Nos ha contado que vivió en Australia durante un año y que eso le abrió las ganas de vivir en otros lugares. Al ver a Matías, le ha pedido una bebida típica argentina y Marina lo ha entendido porque ella ha viajado a Buenos Aires dos en dos ocasiones y tenía curiosidad.
El soltero ha comenzado la cena interesándose por la profesión de su cita y le ha gustado saber que Marina era profesora de inglés y que había vivido en varios países. A él le ha gustado y le ha dicho que él tenía que retomar sus clases. De hecho, al saber que también hacía yoga y tantra, ha tenido claro que tenía a una profesora para todas las cosas que le gustaba hacer.
Marina ha sentido que su cita tenía orígenes italianos y no se ha equivocado. Pablo el ha contado que también había vivido en Sicilia y ha tenido claro que le iba a preparar unos cannoli sicilianos para sorprenderla. Marina estaba preocupada por su maquillaje y le pedido que la avisara si se le corría el pintalabios, algo que él se ha tomado muy en serio “yo te aviso” provocándole un momento de risas.
El soltero ha querido saber qué le divertía a su cita y ella le ha dicho que le divertía, el arte, la creatividad, el baile, viajar… Y hablando de baile, la música ha comenzado a sonar y Pablo le ha demostrado su estilo libre, consiguiendo que acabaran transformando la canción en algo de salsa.
Ninguno de los dos esperaba sentir el feeling y fluir de esa manera con alguien, pero la vida les ha sorprendido, quieren repetir y comerse los cannoli que Pablo está deseando preparar “voy a comprar la ricota”.