Alicia define su estilo como “soy desayuno con diamantes cuando me apetece y otras veces soy muy de tonos pasteles”. Según le ha contado a Carlos Sobera, se dedica a los idiomas y ha conseguido neutralizar su acento manchego. Nunca se ha enamorado de verdad, pero sí ha tenido varias relaciones. Nos ha contado que en Tinder se puso una foto sin pelo y que en su frase de perfil ponía “Busco a alguien que me acompañe a ponerme pelo a Turquía, no tengo un pelo de tonta”.
Alberto, su cita, es un gran viajero y asegura que siempre comete el mismo error “ir a Barajas y no conocer España”. Al ver a Alicia, ha visto a una chica mona y el sentimiento ha sido mutuo, pero ella ha visto que él era un poco sport y que su forma de vestir no coincidía mucho. Los dos son manchegos y han comenzado la cita hablando de sus profesiones.
Los solteros han comenzado la cena hablando de sus aficiones y al saber que a Alberto le gustaba viajar, Alicia le ha dicho que a ella también, pero que también le gustaba mucho el teatro, bailar y salir con sus amigas. Ha estado haciendo Bollywood y danzas orientales, pero ahora está buscando otras disciplinas. Ella se ha interesado por la familia de su cita y Alberto le ha dicho que viven todos cerquita en Toledo.
Ella le ha contado que tiene una hermana gemela y a él le han temblado las piernas “a mí el tema de las gemelas, me da miedo”. Él le ha contado que llevaba 9 años en el mismo puesto de trabajo y que era un poco aburrido, pero que, para él, el dinero era solo un medio para poder viajar y que con eso se conformaba. Ella le ha dicho que estaba muy contenta en su trabajo y ha sentido que el tono de voz de su cita le daba un poquito de sueño.
Alberto ha querido saber qué países había conocido su cita y al escuchar Taiwán ha encontrado un tema de conversación muy interesante, pero para su cita, un poco aburrido. De hecho, él ha intentado invitarla y ella no le ha dejado “a pachas”. Él estaba contento con la cita, pero a ella le ha faltado alegría y chispa.