Patricia es una chica muy social e impulsiva, pero también es muy sensible y empática. Su pelo ha llamado mucho la atención a Carlos Sobera y ella se ha definido como Sansón “voy por las discotecas y la gente me toca el pelo”. En el amor ha tenido de todo, pero lleva cinco años soltera. Busca a una persona normal y divertido “un chico políticamente correcto, no lo quiero”. Ella busca a una persona que le despeine el pelo.
César, su cita, es un tipo alegre, simpático y bastante trabajador. Al ver a Patricia le ha gustado su físico “el pelo me ha llamado mucho la atención”. Los dos son de Madrid y ella le ha quitado los nervios con un “hemos venido a pasármelo bien”.
La cena ha comenzado hablando de sus profesiones y a él le ha gustado que Patricia fuera frutera. Respecto a la que buscaban, Patricia le ha dicho que le tenía que volver loca la cabeza y le ha gustado eso de que a él le tuvieran que “follar la mente”. Ella le ha dicho que era tan loca como su pelo, pero que también era muy empática “he hecho voluntariado”. Él es más tímido, pero está trabajando en ello “tengo una personalidad complicada, pero soy buena persona”.
A Patricia le ha encantado que su cita se hubiera ido superando y le ha dicho que los calvos también tienen su punto “te lo dice el actor secundario Bob”. A la soltera le han puesto todo tipo de motes “Tina Turner, Whitney Houston, Marcelo, actor secundario Bob, pelocho…”.
En el Rasca del Amor, les ha tocado hablar del sexo de una noche y Patricia le ha dicho que estaba genial “cada uno tiene que experimentar su sexualidad”. A los dos les gusta la postura del perrito, y él le ha demostrado que es tímido para muchas cosas, pero no para él sexo. César le ha confesado que se dejó sin estrenar un columpio sexual “me ha dejado loca”. Eso sí, ella le ha dicho que estaba sobrevalorado “pareces una cucaracha ahí subida”.
La música ha comenzado a sonar en el salón y aunque César ha intentado darlo todo al ritmo de la música, no ha sido suficiente para Patricia. Ella es una mujer muy echada para delante y siente que él es muy tímido para seguirla el ritmo. Eso sí, se han pasado un rato divertido y ella le ha hecho una oferta “cuando quieras vienes a a la frutería a Torrejón”.