Luis lleva dos años soltero y ha venido a ‘First Dates’ con el objetivo de conocer a alguien e ir poco a poco, no de tener una relación porque te puedes crear unas expectativas que pueden ser buenas o malas. Le encanta el heavy metal y el punk “todo lo que sea durete, durete”. Le gustaría que a su cita le gustara la misma música y el cine de terror igual que a él.
María, su cita, también ha venido sin ninguna expectativa, pero al ver la melena de Luis se ha quedado bloqueada “me ha venido a la cabeza un amigo”. Carlos Sobera ha intentado tranquilizarla porque no parecía dispuesta a entrar, pero al ver la cara de Luis y saber que no era su amigo, ha respirado tranquila “menos mal”.
Él ha visto a una chica de su estilo que le podía gustar y ha comenzado a preguntarle. María seguía un poquito nerviosa y no ha dudado en decírselo para justificar sus respuestas.
Mientras comenzaban la cena, Luis le ha contado que iba mucho a Barcelona porque le encantaban los festivales, algo que a ella también le gusta y que como no tiene con quien compartir incluso, ha aprendido a hacer sola. Luis se fija mucho en la mirada y la sonrisa de la gente y la combinación de ambas en María, le ha gustado mucho.
María estaba muy nerviosa y ha advertido a su cita que no podía estar quieta, y que necesitaba levantarse. Él ha querido saber cómo sería ir al cine juntos y ella le ha contado que suele distraerse mucho y que en 2019 le diagnosticaron TDA.
Al saber que contaba con la comprensión de su cita, María se ha ido soltando y le ha contado que le gustaba visitar sitios abandonados y hacerse sesiones de fotos en ellos. De hecho, le ha contado que durante una sesión se encontró un corazón dentro de un bote y alucinó “debía de ser de vaca o de cerdo, pero pensé que habían hecho un sacrificio, a la gente se le va la olla”. Luis comparte la afición, pero siempre tenía que ir solo y dejó de hacerlo, pero es un tema que les ha hecho conectar mucho más.
Con mucha timidez, los solteros se han confesado que estaban muy cómodos juntos y se han dado un sí, a una segunda cita. Eso sí, María le ha dicho que prefería que subiera él a Barcelona porque lo de bajar a Murcia no lo veía muy claro.