Elisabet tiene un claro prototipo de hombre y no es otro que Sergio Dalma “no mucho más alto que yo, con greñas, abierto a la gente…”. Ha estado casada y tiene una niña de 15 años. Desde que se separó ha conocido a gente, pero no el amor. Busca a un hombre respetuoso con el que compartir aficiones.
Iván, su cita, se ha presentado contándonos una anécdota sobre su pelazo. Le ha parecido que Elisabet vivía un poco más lejos de lo que esperaba, pero la chica le ha gustado. El soltero le ha contado que había llegado a ‘First Dates’ como un juego en el trabajo porque era muy cortado, pero poco a poco se han ido soltando.
Ya sentados en la mesa, Elisabeth ha querido saber a qué se dedicaba su cita y han coincidido en que los dos eran administrativos en empresas de bebidas. Respecto a sus planes de fin de semana, los dos se han contado que un finde hacen cosas de niños con sus hijos y que el otro, a ambos les gusta mucho la montaña y el senderismo.
Iván ha querido saber qué música le gustaba y Elisabet ha ido directa al grano “Sergio Dalma, es mi pasión”. A él no le apasiona, pero lo respeta y se conforma con que también le guste el pop rock catalán. Él es un amante del cine y las películas “con palomitas” eso sí, “saladas”.
El soltero se ha vendido con un tipo cariñoso y muy entregado a las relaciones, y Elisabet le ha dicho que ella también, pero que estaba en fase de ir poco a poco para no llevarse más decepciones.
Elisabet estaba sintiendo que le estaba gustando a su cita y no ha dudado en ser transparente con él. Le ha contado que estaba en terapia para intentar controlar la inestabilidad de su carácter y que lo estaba consiguiendo.
Los solteros han bromeado y han disfrutado de una cena muy agradable, pero ella no ha encontrado en Iván a su Sergio Dalma. Le ha ofrecido ser amigos y compartir aficiones, pero… “no he sentido las mariposas”.