Puri solo se arrepiente de lo que no ha probado porque le encanta probar y arriesgar. Es de Madrid y se define como un espíritu libre “soy un poco rebelde, no me gustan los estereotipos ni seguir a la gente como si fuéramos ovejas”. En pareja es apasionada y con toques de poliamor. Siente que cada persona tiene su encanto y prefiere no hacerse ilusiones.
Juan, su cita, está convencido de que se puede querer a dos personas a la vez “sin volverte loco, como dice la canción”. Al ver a Puri ha sentido que era una mujer atractiva y le ha contado que trabajaba en un campo de golf, pero que no lo practicaba. Él a ella también le ha parecido muy atractivo.
Puri y Juan hablan el mismo idioma y lo han descubierto nada más comenzar a charlar. Él le ha dicho que llevaba 22 años divorciado y que tenía claro que no quería volver a convivir con nadie. Ella también es muy liberal y ha estado de acuerdo en que igual 40 años no puedes estar enamorado de alguien, pero sí cree que siempre tiene que haber una llamita encendida.
Juan ha querido saber si Puri le estaba viendo guapo y al saber que para ella era un plus que fuera calvo, él le ha dicho que no lo era y le ha pedido que le tocara la cabeza para comprobarlo. El soltero se depila la cabeza “el pecho y debajo del ombligo, más a menudo”. A Puri le ha encantado que fuera tan natural y que le dijera que cuando fueran novios le iba a preparar un arroz negro y una tortilla de patata de Estrella Michelin.
Puri ha querido saber cómo era Juan en el amor y él ha querido saber si ella creía en las parejas abierta, pero ella ha preguntado primero. Los dos han descubierto que eran bastante liberales en el amor y a él le ha parecido estupendo que Puri tuviera dos amigos especiales “conmigo ya tienes tres”.
Entre risas, los solteros han descubierto que no escuchaban la misma música porque él era muy heavy metal y Puri, todo lo contrario. Y que a él eso de bañarse en agua salada no le gustaba nada. Quitando el tema de la playa, todo parecía haber ido bien y Juan ha dicho que sí a una segunda cita, pero Puri le ha confesado que se lo había pasado bien con él, pero que le había faltado la llamita.