Nicolás se ha presentado en ‘First Dates’ como “un adicto al Humana, me gasto toda la nómina” y es que le gusta vestir bien, pero con un toque que le haga distinto a los demás. Es de Barcelona, pero está estudiando una beca en Madrid. Ha vivido en varios países y su objetivo es seguir formándose en otros. Viene de una familia culta y le apasiona la lectura, el cine, la música… Está buscando una chica “que me de partido, que me vacile”, una chica con criterio y “que su comida favorita no sea pan de molde” y que sea alta porque él lo es.
Manuela, su cita se considera una chica perfeccionista y autoexigente, algo que no es malo, pero que “no es muy sano mentalmente”. Al verla, a Nicolás le ha encantado y le ha dicho que le gustaba mucho su estilo. Ella también ha sentido que tenía buen rollito “está de buen ver”. Carlos Sobera ha querido saber cuál era su primera impresión y ella le ha vacilado, algo que le ha demostrado a Nicolás que era la chica vacilona que buscaba.
Nicolás ha comenzado la cita diciéndole a Manuela que tenía pinta de haber salido del barrio de Malasaña y ella le ha dicho que era del barrio de Salamanca, y ha flipado al saber que él había vivido en varias embajadas por le mundo. Manuela también le ha sorprendido con su trayectoria profesional y contándole que estaba a punto de sacar un proyecto con la Sociedad Española de Neurología.
El soltero ha querido saber cuántos años tenía su cita, pero ella no ha querido jugar a adivinar su edad. De hecho, le ha echado 27 y al saber que tenía 23, le ha dicho que estaba muy mal conservado. En el amor, Manuela le ha dicho que le costaba mucho enamorarse, pero que como le gustaba hacer muchas cosas podía llegar a ser intensa “por eso lluvia de ideas constante”.
Nicolás le ha dicho que a él también le costaba general vínculos porque cada año estaba en un sitio en un país y eso podía ser un pequeño obstáculo entre ambos. En el reservado, ha comenzado a sonar música indie y los dos se han sorprendido al saber que les gustaba mucho la música de Cariño.
El soltero le ha propuesto bailar, pero ella no tenía muy claro cómo se bailaba la música de Cariño. Al final, han terminado haciendo un poco el tonto, riéndose y dándose su primer beso de mariposa. A ambos les ha encantado conocerse y tienen ganas de más.