Pablo y Silvia son dos amantes de la música. Eso sí, son amantes de estilos muy distintos, él ama el heavy metal y ella, por su parte, se pasa el día escuchando house y saliendo a discotecas donde escucha algo más electrónico.
Hay que decir que la música no es en lo único en lo que no han cuajado, ya que la conversación entre ellos no ha fluido y se han mostrado en todo momento bastante incómodos. No sabían de qué hablar y en todo momento estaba claro que no se iban a marchar juntos del restaurante de Carlos Sobera.
Entre Pablo y Silvia ha habido muchos silencios incómodos, los cuales no han rellenado ni con los juegos que les ha propuesto el programa. Estaban deseando que se terminara la cita y es algo que ha quedado claro cuando ambos han decidido no marcharse juntos del programa.
“No sabía muy bien de qué hablar, no parece que tuviésemos mucho en común”, explicaba él. “No tendría una segunda cita porque, de cara a tener una relación, imagínate llevarme a una discoteca de house y yo a un concierto de heavy”, decía él, para intentar suavizar la elección final.
Por su parte, ella, igual de directa, decía: “No tendría una segunda cita porque no somos afines”. Dos personas con un interés común, la música, pero que, sin duda, estaban en las antípodas. ¡No estaban hechos el uno para el otro!