Soledad canta por las terrazas y por donde hay gente para pasar el platillo. Trabaja en el mundo del espectáculo y del circo “hacía trapecio, era contorsionista, malabares…”. Hace poco que sus padres fallecieron y al ser nueve hermanos han separado el negocio. Cantar es su pasión y no se ha resistido a demostrárnoslo.
José, su cita, es un gitano moderno “eso del pañuelo y eso, a mí no me gusta”. Al ver a Soledad le ha gustado su look y eso que no la había escuchado cantar. Soledad le ha dicho que ella vive en Cádiz, pero que su familia estaba en Málaga.
Los solteros han comenzado la cena hablando de la venta ambulante porque José también se ha dedicado 10 años a ese negocio y a los mercadillos “no hay que saber mucho, hay que tener un poco de arte solo”. Soledad le ha contado que ella cantaba copla y flamenco, y él le ha dicho que era un “gitano apayao” no tenía ningún arte ni para el cante ni para el baile.
Soledad le ha contado que su madre era la cantaora que salió en ‘Got Talent’ con una bata de cola roja, y que falleció junto a su padre por covid “Durante la pandemia, entraron los dos al hospital con un dolor en el pecho y ya no salieron”. José ha sentido que tenía una mirada muy bonita y ella le ha dicho que sus ojos habían llorado mucho.
José ha querido saber si Soledad tenía hijos y se ha reído al escuchar que tenía “cuatro y están todos casados” porque él tiene seis de tres mujeres diferentes. El soltero tiene 48 años y ella le ha dicho que tenía uno más, pero que la gente no le echaba los 50 años. Soledad ha sentido que José parecía mayor que ella y además, “la barriguita, es que no, cero”.
Soledad le ha dicho a José que la cita estaba funcionando muy bien, pero le ha dicho que estaban muy lejos y que tenía que surgir la chispita. Él sí había sentido un poquito la chispita, pero ella le ha dicho que estaba dura la cosa y es que, no había sentido nada de nada.
Antes de abandonar el restaurante Soledad ha vuelto a cantar y esta vez lo ha hecho lanzado un claro mensaje a su cita “tú querías que te dejara de querer, y lo has conseguido”. José le ha dado un “sí” a una segunda cita y le ha dicho que igual si eran amigos, las maripositas empezaban a revolotear.