Una soltera se santigua tras leer el contenido de su bola en ‘First Dates’: “Empezamos fuerte”
Gabriel toca el corazón de su cita sin saberlo: “Lo que más me gusta de ti es tu pelo”
Daniela cambia el contenido de su bola por un piquito: “Él no se lo esperaba”
A Daniela le gusta mucho su pelo y asegura que su autoestima depende de su pelo. Le gustan los chicos animados y si puede ser, más altos que ella. No sabe si ha estado enamorada realmente y si tiene que ver algo con la obsesión “de estar loquita por una persona”.
Gabriel, su cita, nunca ha tenido una pareja estable, pero tiene 21 años “tengo tiempo”. Al girarse a verle, Daniela ha visto a un chico muy mono y con una mirada que le ha transmitido mucha confianza. El soltero estaba muy nervioso, pero ella le ha dicho que se tranquilizara que ella llevaba la conversación. Gabriel ha sentido que era una chica muy guapa y le ha gustado que tuviera sus metas profesionales tan claras.
Daniela ha comenzado la cita hablando de lo más fuerte y Gabriel le ha confesado que nunca había tenido nada serio, y ella ha querido saber más. Al escuchar sus explicaciones y saber que a él no le gustaba eso de “echar un polvo y ya está”, la soltera ha sentido que era un buen chico y le ha contado que ella también es madura, y que cuando sale de fiesta sale a disfrutar.
Jugando al Rasca del Amor, Daniela le ha dejado claro a Gabriel que era una mujer de carácter y que le gustaba que se hiciera lo que ella quería. Ella ha temido que le dijera que algo de su ropa no le gustaba, pero él ha dicho que le gustaba como iba. Ella se esperaba a un chico más arregladito, pero su cita tenía su rollo y le ha gustado.
Gabriel le ha dicho que lo que más le había gustado de ella era su pelo y a Daniela le ha dado en todo el corazón “me ha matado”. Ella no es nadie sin su pelo, ha invertido mucho dinero y ese comentario le ha hecho sentir maripositas. Ella ha querido saber si le gustaban los tatuajes y Gabriel le ha dicho que sí, pero cuando le ha dicho que se quería tatuar el cuello, se ha espantado “los tatuajes en el cuello son de cani”.
Al leer lo que les había tocado en la bola del amor, Daniela se ha santiguado y se ha lanzado a la piscina. Ha cambiado lo que ponía en la bola por un piquito y ha dejado a su cita sin palabras. Tras un gran tropezón y un “Casi me mato”, los dos se han dado un “sí” a seguirse conociendo.