Jaime no ha sido muy golfo, pero se ha divertido mucho. Es sanitario y le conocen como el Dr. Amor porque se lleva muy bien con las enfermeras, auxiliares e incluso, las pacientes. Ha tenido dos parejas estables y es padre de una niña. Tiene ganas de encontrar a una chica afín a él con la que establecer una relación definitiva.
Susana, su cita, cuando se siente cómoda saca su vena payasa y la gente se ríe mucho con ella. Al verle, ha sentido curiosidad por saber quién era el Dr. Amor y han descubierto que viven cerquita. A él, ella le ha encantado y le ha contado que estaba estudiando educación social para trabajar en algún colectivo que lo necesite.
Jaime estaba encantado con Susana desde que la ha visto y ha comenzado la cita contándole que era celador, y que le gustaba mucho su trabajo. Ella al saberlo, ha pensado que le llamarían así porque “le pone mucho amor a todo lo que hace”. Ella le ha contado que ha estado dos años estudiando Tantra y que no tiene nada que ver con el sexo “es un estilo de vida, tener amor y compasión por el otro”.
A Jaime le ha encantado compartir la cena con Susana y tras conocer su gran sentido del humor, no ha dudado en confesarle que en ese momento “yo contigo quieto todo ahora mismo”. Susana tenía la sensación de que le estaba jugando, pero él a ella no le estaba gustando de la misma manera.
La cita ha continuado con risas, brindis y bromas, pero ambos han tenido claro que iban a quedar una segunda vez, pero como amigos. Jaime ha sentido algo que feeling, pero ella no ha sentido lo que esperaba para una segunda cita de pareja.