Raquel siente que García Lorca es un refugio para sus estados de ánimo y se siente feliz entre sus poemas. Carlos Sobera ha querido que le hablara de sus poderes sensoriales y ella le ha dicho que de vez en cuando sueña con muertes, que luego se convierten en realidad “mis amigos no quieren que sueñe con ellos”. Es algo que comenzó a sucederle de pequeña “soñé con la muerte del padre de una amiga mía y al mes se murió, no estaba enfermo ni nada”.
Tras sentir un escalofrío que recorría su cuerpo, el presentador ha querido cambiar de tema y le ha preguntado a Raquel por sus relaciones sentimentales, pero se ha encontrado con un “un poco de muerte también”. Nunca se ha enamorado ni ha tenido un novio, pero sí sabe que le gustan los rubios tatuados “más el estilo cani”.
Álex, su cita, no se ha arreglado mucho para la ocasión, pero cree que ha venido guapo y es que no se siente guapo, pero sí muy atractivo y suele tener éxito con las chicas. A Raquel le ha gustado su rollito y les ha encantado que los dos fueran de Barcelona y tuvieran 23 años. Álex se ha fijado en los tatuajes de su cita y ha querido saber qué era lo que tenía dibujado en el brazo. “¿Sabes quién es Lorca?”, le ha preguntado ella para poder explicárselo bien, pero Álex se ha quedado en shock y le ha soltado un “ese día falté a clase”, algo que podría marcar un antes y un después en su cita.
Dejando de lado el tema de Federico García Lorca, los jóvenes se han sentado a la mesa y Raquel le ha contado que era vegana, pero que tenía que comer huevo porque era alérgica a la fruta. Álex se ha sorprendido y le ha preguntado que, si podía comer melón, pero se ha terminado respondiendo él solo “estoy idiota, es una fruta”. Él tiene muchos platos de comida preferidos y entre ellos están “las croquetas y los espaguetis de la yaya”, plato que ha invitado a probar a Dayana sin darse cuenta de que tenían carne y además, “en mi casa no comemos gluten”.
Respecto a las relaciones, la soltera le ha dicho que había tenido un novio de tres días y Álex le ha confesado que él busca una relación abierta, algo que a ella no le ha parecido mal porque como nunca ha tenido novio, no sabe tampoco lo que busca.
Raquel le ha contado a Álex que estaba estudiando y que en verano trabajaba de camarera, pero que ella lo que quería era “ser presidenta de Cataluña”, algo que a él le ha dejado sin palabras. Él le ha contado que su mayor afición es el gimnasio y ha intentado Raquel superara su vergüenza a ir al gimnasio. Sus gustos no eran los mismo y él ha tenido dudas “¿Se me ve muy cani de carácter?”, pero ella le ha dicho que no.
Hablando de que era lo que más les había llamado la atención al verse, Álex ha sido muy directo y le ha dicho que sus piercings, pendientes que Raquel lleva en el ombligo y en el pezón “no pensaba que se vieran”. Él soltero se ha puesto de pie para que ella le viera el modelito y según nos ha confesado, ha mentido al decirle a Raquel que le quedaba muy bien el vestido negro.
Álex no ha sentido atracción física por Raquel, pero “aunque parezca cruel” no ha dudado en seguirla el rollo, hacerle creer que le estaba gustando e incluso, lanzarse a darle un mordisquito en el cuello. Ella parecía encantada, pero en el momento de la decisión final, cuando él le ha dicho que no quería volver a quedar con ella para tener nada sentimental, ella le ha dejado claro que ella no había dicho eso “he dicho que podíamos quedar a ver…”.