Beatriz se ha vestido de rojo para encontrar el amor en ‘First Dates’ y nos ha confesado que disfruta bailando cada tarde y dibujando anime japonés. Su sueño sería vivir en la ciudad de Osaka “he nacido siendo una friki”. Le ha costado mucho enamorarse y cuando lo hizo, lo pasó fatal porque él solo quería un rollo.
David, su cita, tiene ganas de saber lo que es el amor porque, aunque es joven, nunca lo ha sentido “es algo de lo que se habla mucho, a ver si me toca”. Es un tipo tímido y un poco introvertido, pero un apasionado de la cultura asiática, también. Su cita con Beatriz ha comenzado hablando del rollo asiático, pero él le ha dicho que no veía muy claro eso de irse a vivir allí. El soltero estaba muy nervioso y hasta coger el vaso le ha parecido “todo un desafío”.
El soltero ha querido avisar a Beatriz de su mal puso y le ha dicho que se había tomado muchos cafés. Poco a poco, han ido desapareciendo los nervios y David le ha dicho que vivía en Pinto y que tenía un pelo bonito. Ella también parecía cómoda y le ha gustado que su cita fuera más mayor que ella.
A Beatriz le ha encantado que David compartiera sus gustos musicales y que tampoco fuera fiestero y que prefiriera ir al cine o a comer una pizza. David le ha confesado que él era una persona muy tranquila y que buscaba a una persona que también lo fuera, y que pudiera decir las cosas de forma tranquila “me ponen muy mal cuerpo los enfados”. Ella estaba sorprendida y ha sentido que era como dicen en Murcia “agradable y bonico”.
La soltera ha querido saber si su cita era heterosexual al cien por cien y ella le ha contado que era bisexual, pero que le gustaban más los chicos. A David no le importa que Beatriz sea bisexual, pero sí le ha dicho que él buscaba una relación cerrada. Beatriz también busca una relación tradicional sin líos y no se ha sorprendido al saber que su cita nunca había estado con nadie porque a ella le tachan de antigua “por no haberme acostado nunca con nadie”. Los dos se han sorprendido al saber que ambos estaban esperando a tener “confianza y cariño” para tener sexo. De hecho, estaban muy sorprendidos de tener tantas cosas en común.
En el reservado, David se ha puesto muy nervioso y le ha dicho que sí la quería besar, pero que era muy tímido y que para él la situación era muy fuerte. Beatriz ha tomado un poquito la iniciativa y le ha dado un besito, pero en realidad, le quería dar “un morreo”. El soltero ha pagado la cena y le ha dicho que le había sorprendido mucho que los dos fueran vírgenes y que le había gustado mucho. La cita ha terminado con un “sí” a una segunda cita y un mua, mua.