Pablo hace creer a su cita de ‘First Dates’ que le ha gustado: “Es una mentira piadosa, hacer feliz a una persona”

  • Pablo hace creer a su cita de ‘First Date’ que le ha gustado: “Es una mentira piadosa, hacer feliz a una persona”

  • Pablo, sobre la edad de su cita: “No parece que tenga 70, parece que tiene más”

Mª Carmen ha venido a ‘First Dates’ guapísima de verde y asegurando que, para ella, la limpieza, el baile y salir a caminar, son cosas fundamentales para ella. Lleva divorciada desde hace 29 años, pero solo ha tenido amigos porque ha estado dedicada a criar a su hijo. Tiene miedo a salir sola de casa y le gustaría encontrar a un señor que le acompañe, que no beba, que sea limpio y educado.

A Pablo, su cita, le gustan el cachondeo “sano, pero cachondeo”. Al verle, Mª Carmen se ha decepcionado al verle porque no era su estilo, no le parecía bien conjuntado y le ha parecido más mayor que ella. Además, tampoco era de Valencia, vivía en Denia.

La soltera ha comenzado la cena contándole a Pablo que su hijo se acababa de marchar de casa y que notaba mucho la soledad. Él ha querido saber si le gustaba bailar y ella le ha dicho que le encantaba “ya no te tengo que quitar un punto”. La conversación estaba siendo fluida, pero él lo ha dejado muy claro “físicamente no me ha gustado nada, nada. No tiene curvas, no tiene el cuerpo de mujer que yo pedí”.

Pablo ha acertado que Mª Carmen tenía 70 años y ha querido ser un caballero, y le ha dicho que igual aparentaba algunos menos “en realidad aparenta más”. Ella, sin embargo, no había podido imaginar que él tuviera 80 años “no los aparentas, fíjate”.

Volviendo al tema de la soledad, la soltera le ha dicho que le gustaba el alboroto. Pablo le ha dicho que él amigos de verdad tiene muy pocos, pero amiguitos y amiguitas, de todas las edades “todo el pueblo, de veinte, cuarenta…”. A ella le ha dado la sensación de que a su edad ya no estaba para ir de flor en flor, pero le ha gustado que tuviera un punto de pícaro.

En la terraza de ‘First Dates’ los solteros se han puesto a bailar y Pablo ha tirado del freno de mano. Le ha explicado que el baile es como el sexo y que hay que empezar poco a poco, pero es que Mª Carmen está acostumbrada a bailar sola. Él se ha disgustado porque pidió a una mujer que supiera bailar y a su cita “le gusta bailar, pero no sabe. Parece que tiene los pies atados y dos izquierdos”.

Ante la falta de complicidad con la música, Pablo le ha dicho que eso se arreglaba “echando un polvo” y ella ha sentido que iba a degüello, pero no le ha parecido mal. Él simplemente estaba intentando que Mª Carmen fuera feliz “es una mentira piadosa” y no esperaba que ella también le dijera que no a una segunda cita de pareja.