El problema de María con el olor de su cita en 'First Dates': "No lo puedo soportar"

  • María ha acudido al restaurante del amor a buscar a alguien del estilo de Carlos Sobera

  • En el restaurante de Carlos Sobera, María ha cenado con Pascual, un hombre que come ajo a diario

  • María, de Pascual: "No fuma ni bebe, pero tiene un aliento que transpira a ajo, lo detesto"

María solo ha estado enamorada una vez en toda su vida y fue de su marido, con el que estuvo casada durante varios años. Un hombre al que, tal y como ella misma ha dicho, murió “joven”: “Lo tuve todo con él y, desde entonces, no he tenido necesidad de tener nada”, declaraba.

Ha acudido al programa del amor para buscar a alguien que ocupe su corazón y pide que sea alguien parecido al presentador de ‘First Dates’: “Busco un Carlos Sobera. Me gusta el estilo de hombre como tú”, explicaba la comensal del programa.

Su compañía ha sido Pascual, un hombre que aseguraba que se come todos los días una cabeza de ajo porque le ayuda a combatir las enfermedades. Un detalle que a María no le ha gustado nada y ha llegado a hacerle sentir incómoda.

“Cuando se ha acercado a mí, he notado enseguida el olor a ajo y no lo puedo soportar. Que una persona transpire por sus poros de la piel el olor a ajo, lo detesto”, apuntaba la comensal del restaurante del amor.

Pascual, por su parte, se ha sentido muy atraído por ella: “Me ha gustado mucho su presencia y su físico. Tiene los ojos muy expresivos”, apuntaba. Sin embargo, ella no ha sentido lo mismo y no solo por el olor a ajo. Que no tuviera barba ha sido algo que le ha echado para atrás.

“No fuma ni bebe, pero tiene un aliento que transpira a ajo, lo detesto”, decía María, que se notaba que no estaba del todo cómoda con su acompañante. “Ha sido una cena amena. Es una persona sincera, pero no es de mi agrado”, explicaba en los totales del programa.

Una explicación que ha sido la antesala de la decisión que ha terminado tomando. Tras una cita aromatizada por el olor a ajo, la seguidora de Carlos Sobera ha decidido marcharse del programa tal y como había llegado.