Dos solteros de ‘First Dates’ cambian los besos por abrazos: “Ha surgido la magia”

  • Juan Antonio, sobre es sexo sin amor: “Es una práctica del demonio”

  • Juan Antonio echa 43 años a su cita: “Tengo 36, pero no es la primera vez que me echan más”

Juan Antonio, es escultor y un tipo muy revolucionario. Tiene amigos de todos los estatus sociales “de los que tienen muchísimo, pero no tienen más y de los que solo tienen muchísimo amor”. Le ha pedido una Tropical a Matías, y ha aprovechado para contarle a Carlos Sobera que vive en la montaña junto a sus animales “Mi burra se llama Retama”. Tuvo una relación preciosa con la madre de su hija, pero “no era una relación madura”. No busca nada, se deja llevar por el universo.

Mar, su cita, nos ha contado que hasta hace un año ha estado acompañada de una perrita que ha sido su compañera de viaje porque lleva desde los 21 años viviendo sobre ruedas. Carlos Sobera ha querido saber si era espiritual porque su cita había llenado el restaurante de espiritualidad y ella le ha dicho que sí, pero que además de su luz, quería conocer su lado oscuro, algo que al soltero le ha puesto muy nervioso.

La soltera le ha contado que estaba atravesando un cambio de profesión, que había dejado de lado la artesanía y que se estaba formando en otros campos. Mar ha sentido que su cita era artista y él le ha explicado que, por sus orígenes, era un maestro de la forja. En mitad de la conversación, Juan Antonio le ha dicho que tenía una hija de 20 años y ella no le ha echado más de 40 años, no se imaginaba que tenía 48. Él le ha dicho convencido “tiene 43” y ella ha sentido que menos más que no le importaba que la echaran más edad “tengo 36, no sé si es por mi forma de hablar o por mis arrugas, pero no es la primera vez”.

En el amor, Juan Antonio se define como un tipo apasionado que se entrega y se adapta, pero que solo cree en el sexo con amor “El sexo sin amor es una práctica del demonio”. Mar le ha dicho que ella valoraba mucho el silencio en una relación y que tenía la impresión de que él hablaba mucho, algo que el soltero no ha podido negar “No voy a misa porque mareo a un santo”.

En el reservado, Mar ha tenido claro que un beso largo no le iba a dar a su cita “va a ser que no” y se lo ha cambiado por un abrazo largo. Un abrazo que a los dos les ha gustado mucho y les ha ayudado para sentirse. Él estaba convencido de que había surgido magia entre los dos y ella le ha dicho que sí a irse a su tierra para sentir sus energías, conocer a su burrita y su tierra, pero en el tema sentimental, no se ha mojado.