Una soltera se agobia ante la verborrea de su cita en ‘First Dates’: “Es un pesado”

  • Ángel intenta que su cita comprenda los beneficios de la equinoterapia en la tercera edad

  • Ángel es un apasionado de lo retro y las cosas raras: “A veces soy asquerosamente friki”

Ángel es un tipo al que le gusta escuchar y ayudar a la gente. Estudio educación social y tras unas prácticas, descubrió que le gusta mucho cuidar a los ancianos y ahora trabaja de monitor en una residencia. Habla por los codos y ha venido a ‘First Dates’ para probar, nunca ha tenido una relación seria y siente que no sabe ligar. Le gustaría conocer a alguien tan extrovertido y echado para delante como él.

Meryem, su cita, asegura que en el amor le ha ido muy mal, pero no pierde la fe. Al verla, Ángel ha sentido que era bonita “está apañá”, se ha sorprendido de que fuera marroquí, pero le ha gustado que viviera en Granada, aunque él, ahora está viviendo en Bilbao. Ella también ha visto a un chico que le gustaba “se le ve sensible y adorable como yo los quiero”.

Los solteros han coincidido en que habían venido a ‘First Dates’ a vivir la experiencia, pero Ángel le ha contado que nunca había tenido pareja y que no era algo que echara en falta porque no sabía lo que es estar enamorado. Meryem se ha interesado por sus gustos y él le ha dicho que era un poco friki, bueno en ocasiones “asquerosamente friki”. Al soltero le gustan muchas cosas, desde irse de senderos hasta apuntarse a un curso de psicología, pasando por los coches y cosas retros.

Ángel es una persiana hablando y ha intento explicarle a su cita que tenía que frenarle porque se ponía a enlazar una cosa con otra y podía no callar nunca. El soltero ha querido que su cita entendiera el motivo que la había llevado a estar en Bilbao trabajando en una residencia y cómo hacer las prácticas en un centro de equinoterapia cambió su vida y le demostró el beneficio de los caballos en los ancianos mediante la gimnasia pasiva.

Meryem le ha escuchado sin enterarse casi de nada, pero ha sentido que, además, de pesado, su cita era un chico adorable. De hecho, le ha visto como un buen amigo al que escucharle porque hablar, no te iba a dejar hablar.

En el tema sexual, han descubierto que eran opuestos. Él le ha contado que le gustaría tener sexo en la ducha o en la bañera, algo que no había probado, y que sí estaría dispuesto a hacer un trío o tener una relación abierta. Dos cosas que ella jamás haría. En el momento de la decisión final, Meryem le ha confesado que se había llegado a agobiar porque no sabía cómo hacer para que se callara y contarle algo suyo, y Ángel ha reconocido que había hablado demasiado.

Si en una primera cita, la joven se ha aburrido, no quiere ni imaginarse una segunda cita sin poder abrir la boca. Eso sí, como amigos, igual puede surgir algo.