Una soltera de ‘First Dates’ sufre una bajada de azúcar durante la cita: “Necesito comer algo rápido”
Anna quiere hacer el amor en un sitio raro y caro, muy caro: “En Dubái”
A Anna le extraña que su cita no quiera robar nada de ‘First Dates’: “Yo siempre me llevo algo”
Anna es una mujer que hace lo que quiere en cada momento, igual se va de viaje, que se queda en casa. Le dan bajones de azúcar y nunca le dice que no a una chuche. Ha tenido cuatro relaciones y en una de ellas, se casó dos veces “no quiero un pagafantas, pero necesito que entienda mis rarezas”. Y es que le ha asegurado a Carlos Sobera que no es fácil de llevar “una rosa roja con espinas”.
Jordi, su cita, se ha definido como “un tipo especialmente romántico, campochano y payasete”. Al verlos juntos, el presentador ha sentido que hacían la bandera de España y se han quedado un poco cortados. El soltero le ha dicho que se había impresionado al ver a Sobera “no me acordaba ni de su nombre” y ella se ha puesto un poco celosona “yo creo que quería cenar con él en lugar de conmigo”. Jordi estaba de los nervios, no articulaba palabra y casi tira la mesa “estás tenso”.
Anna ha querido que su cita supiera que era diabética nada más sentarse en la mesa y al enseñarle cómo se medía el azúcar, ha visto que tenía una bajada y ha pedido que le trajeran corriendo algo de comer. Las chicas le han llevado un poquito de agua con azúcar y Jordi se ha asustado un poco, pero ella lo ha visto como algo natural.
La soltera ha sido sincera y le ha dicho que no se acordaba de su nombre, él se ha hecho el indignado, pero que la verdad es que él tampoco se acordaba del suyo. Ella lo ha visto como una falta de interés, pero ha alucinado cuando al poquito tiempo, el soltero le ha pedido perdón por no recordar cómo se llama.
Ya con el azúcar controlado, Anna ha querido saber a qué se dedicaba su cita y han coincidido en que los dos habían trabajado en la seguridad privada. Jordi ha sentido que era una mujer con mucho carácter y de hecho, ha notado que en varias ocasiones controlaba su reacción. A Anna le gusta los niños, pero se ha quedado un poco parada al saber que su cita tenía un bebé de un año y medio “creo que estamos en momentos diferentes”.
A ella le gusta salir de fiesta y le ha contado que tiene tres amigas que son como sus hermanas “las llevo tatuadas”. Momento que ha aprovechado para repetirle que se llamaba Anna. En el Rasca del Amor, ella le ha confesado que el sitio más raro dónde le gustaría hacer el amor sería “Dubái, un sitio raro y cara” porque le pierden las cosas de marca y el lujo.
A Jordi eso no le ha gustado ni que le preguntara, medio serio medio en broma, qué cuánto dinero tenía en la cuenta corriente. Ha sentido que era una persona muy materialista y no ha dudado en decirle que le gustaba “la alta alcurnia”. Antes de llegar al momento de la decisión final y que ambos se dijeran que no eran lo que buscaban, Anna ha querido saber si su cita no se iba a llevar nada de recuerdo “yo siempre me llevo algo” y ha intentado robar la monedita de rascar, pero no le ha salido bien la jugada.