A sus 56 años, Juan está dispuesto a encontrar a una mujer de la que enamorarse. En el restaurante del amor ha cenado con Eli, una mujer muy simpática que le ha transmitido mucha cercanía desde el minuto uno.
Entre ellos ha habido mucha conexión, pero es cierto que él se ha mostrado muy nervioso durante toda la cena y le ha costado muchísimo calmarse. Ella se loa ha notado y ha querido transmitirle confianza desde el primer momento para que se relajara.
Después de una cita en la que han podido hablar de todo, Juan lo ha tenido claro, quería tener una segunda cita con ella: “Nos lo hemos pasado muy bien, se ha hecho todo muy corto y nos hemos compenetrado muy bien. Me gustaría conocerla más”.
Por su parte, ella ha querido gastarle una broma y, en el momento de la decisión final, ha querido mantener la intriga antes de decirle si quería o no volver a verle: “Ya no te hago pasar más nervios. Me he sentido muy cómoda y veo que tenemos la misma forma de sentir la vida”.