Francisca es una soltera para la que el sexo es fundamental en una relación. Lleva muchos años soltera y está buscando una relación, pero en la que cada uno esté en su casa y los dos se lo pasen muy bien, algo que asegura que hace años que no hace. Le ha contado a Carlos Sobera que iba para monja, pero que cambió de idea al conocer los placeres de la vida.
Hermenegildo ‘Herme’, su cita en ‘First Dates’, quería conocer a una mujer más joven que él y se ha llevado una alegría al conocer a Francisca. Sin embargo, ella ha sentido que Herme podía ser su padre, tenía “un nombre de la tercera edad” y encima era de Sevilla “a mí no me gustan los hombres de Sevilla, que con decir ‘mi arma’, ya está”.
Herme estaba encantado con Francisca y deseando que le preguntara cosas, pero ella le ha dicho que tenía los ojos bonitos por compromiso. El soltero le ha contado que él va todos los fines de semana a bailar y no se creía que ella no supiera bailar, y que nadie la hubiera llevado a una discoteca. La soltera le ha contado que solo fue una vez y que se quedó dormida porque los hombres que la sacaban a bailar no le gustaban.
El soltero le ha confesado que le gustaba que se hicieran silencios en su primera conversación porque así aprovechaba para mirarla y ella ha sentido que debía estar pensando “La metería mano, pero no sé por dónde empezar”.
Con la intención de sorprenderla, Herme le ha preguntado “Tú, ¿Ya no querrás tener hijos?”. Francisca se ha quedado sorprendida y le ha respondido con un “hay que tener cuidado”. El soltero no quería presumir, pero le ha dicho que sexualmente era muy activo a sus 74 años. Francisca le ha dicho que ella no le dice la edad ni al médico y que solo su madre sabe la edad que tiene "a los 36 dejé de celebrar mi cumpleaños".
De hecho, le ha dicho que ella esperaba a un hombre 15 o 20 años más joven y al soltero no le ha sentado nada bien. En el momento de la decisión final, Herme le ha dicho que le había sentado mal que le llamara viejo y ella ha intentado que no se ofendiera, pero ha terminado cortando por lo sano y él también “Te deseo que te comas muchos boquerones en Málaga”.