Tras vivir un San Valentín sin flecha de Cupido en ‘First Dates’, Carmen ha regresado al restaurante porque no le gusta la soledad y quiere encontrar a un hombre con buen corazón. Es una mujer muy moderna a la que le encanta la moda y disfruta muchísimo viajando, y disfrutando de la vida “está feo decirlo, pero la gente me quiere muchísimo”.

Manuel, su cita, estuvo en un seminario, pero no le gustó lo que vio y se salió. Intenta tener citas a ciegas casi todos los meses y tiene amigas que le gustaría que fueran su pareja, pero no viven en Jerez “son amigas a distancia”. Al verle, Carmen ha sentido que era un hombre que estaba muy bien y le ha gustado que fuera de Jerez porque allí vive su hermana y le gusta mucho. A Manuel, Carmen le ha parecido un poco mayor “me gustan la mujer un poco más joven, está arrugada y yo no tengo arrugas”.

Carmen le ha contado que ella tiene 74 años, pero que es una máquina y que no para, hace de todo, pero él ha sentido que era “una máquina de hacer punto”. Él tiene 77 años, pero siente que su cita es muy mayor para él y que ha ido demasiado a la playa “tiene el pecho pecoso y arrugado de tomar el sol”. Eso sí, ha sentido que era una mujer muy graciosa y a la que le gusta mucho el salseo.

La soltera le ha contado que se quedó viuda hace 9 años y que no había vuelto a tener pareja porque no le vale cualquiera. Manuel es divorciado y asegura que necesita enamorarse en la primera cita, algo que no sentía que estuviera pasando. En el tema sexual, Carmen le ha dicho que su marido estaba satisfecho y que era una mujer activa “yo estoy viva, veo una película de cama y me salta la chispa. Yo me voy al bidé y le digo ‘toma agua ya que no comes’”.  También le ha sorprendido hablando de viajes porque ya ha ido a tres cruceros “tú vives bien”.

Manuel busca confianza en una pareja y una mujer que no sea callejera, que salga de vez en cuando con las amigas, pero no por costumbre. Para él estar en pareja es una responsabilidad y las cosas tienen que decidirse entre dos. Carmen se lo pasa divinamente con sus amigas y nadie le va a quitar su paseíto diario y los momentos de risas con sus amigos, tiene claro que para tener un hombre machista a su lado, se queda como está.

En el momento de la decisión final, los dos han tenido claro que no querían repetir, pero que había sido agradable conocerse.