José le enseña a su cita su tatuaje más grande: “Ya lo veo, ya lo veo, es bonita”

  • José, sincero con su cita: “Yo la pedí morena”

  • Celia se sorprende al conocer a José: “No tiene nada que ver con su aspecto, tiene mucho por contar”

La gente suele tomar a José como el malote del barrio por su aspecto, pero “nada que ver”. Es gallego, pero ha trabajado en 40 países antes de irse a vivir a Torrevieja hace unos años. Ha viajado y trabajado por todo el mundo “en la India estuvo un mes cuidando leprosos”. La gente que viaja de hotelito en hotelito no le parece que esté viajando, pero a él le gusta conocer una cultura diferente. Ha tenido cinco parejas de larga duración, pero no tiene hijos.

Celia, su cita, se crio en Alemania durante 16 años y aunque ya lleva mucho en España, sigue teniendo cositas de allí. Le ha gustado a muchos hombres, pero ella no se ha enamorado de ellos “he tenido la suerte o desgracia de gustarle a los hombres”. Al verla, José ha sentido que era una chica muy atractiva y ella se ha fijado en su acento gallego, y en sus tattoos “nunca me han gustado con tantos tatuajes”.

José ha querido que fuera Celia la que le contara cosas, pero ha terminado siendo él el que le ha contado que había vivido en muchos países, que había sido cocinero en la aviación privada y que llevaba cinco años jubilados porque había trabajado demasiado. Celia ha alucinado y ha visto que su cita era un hombre lleno de historias que contar y que no tenía nada que ver con el tipo malote que parecía ser.

La soltera le ha contado que se casó muy joven y se divorció a los dos años, desde entonces tiene la sensación de que se ha aprovechado de los hombres. Ha estado con los más guapos, pero cuando los conseguía muy fácil, los dejaba rápido. En el tema de la música, José le ha dicho que era rockero y le ha quitado diez puntos al saber que se ponía música tirolesa para limpiar. Eso sí, han coincidido en que a los dos les gusta viajar en casas y conociendo a la gente del país.

Celia ha querido saber qué le había parecido a José y él ha sido sincero “yo la pedí morena”. Ella también le pidió sin tatuajes, pero se habían sorprendido mutuamente y estaban deseando estar más rato juntos. Él le ha contado que tenía un tatuaje enorme en la espalda y ella ha sentido curiosidad por verlo, pero no ha tenido que esperar demasiado para ver la chica haciendo una foto.

No eran lo que esperaban, pero se han gustado mucho y han continuado la cita tomándose un café tras la cena.