Emilio es un joven que ama el baloncesto y siente que mueve unos valores que son los que quiere inculcar a sus futuros hijos. Nunca ha tenido pareja, pero le gustaría encontrar el amor. Le gustaría encontrar a una persona risueña, que practique deporte, le guste dar un paseo por el puerto cogidos de la mano y que tenga los ojos bonitos.
Paula es una princesa Disney, pero “Basta”. Nada más ver a Emilio ha sentido que le gustaba su cita. Él también ha visto a una chica con los ojos bonitos “se viste bien”. La soltera trabaja de camarera y le ha dicho que antes practicaba el deporte de leer, pero… “Yo no leo, cuando abro un libro ya sé como termina. He leído muchísimo, por lo menos me he leído 20 libros, y eso solo lo sé yo”.
La cena ha comenzado hablando de baloncesto y Emilio le ha dicho que el baloncesto era infinitamente mejor. Ella le ha contado que jugó al tenis una vez, pero “se me fue la mano una vez y lo dejé”. Le ha contado que lesionó a su contrincante “le había pegado un raquetazo que no sabía si salía de allí, pero sí, se levantó. Le compré un polo y me perdonó”.
Emilio no podía creer que no supiera nada de baloncesto “¿Ni el número de jugadores?”, y ella ha sentido que muy pesado con el tema. El soltero ha querido saber a qué quería dedicarse Paula y ella le ha dicho que en esencia era modelo, pero que le gustaría ser actriz o de lo malo, ser masajista.
Eso sí, le ha dicho que se conforma con vivir con su pareja en una casa modesta y que venga de trabajar, y juegue con los niños. Emilio ha sentido que era demasiado simple para ella y que no tenían las mismas aspiraciones en la vida porque a ella también le gustaría que su pareja llegara a casa “sudoroso, con las manos llenas de mierda de la obra…”.
En el tema sexual, Paula asegura que ella viendo a un chico ya sabe cómo es el tema sexual y con Emilio ha tenido claro “tú eres de ponerla a cuatro patas y ya está”. Él se ha quedado cortado porque el lenguaje de su cita le estaba pareciendo muy heavy, pero ante su insistencia le ha dicho que a él le excitaban otras cosas “no soy de ponerme a lo India Jones” y ha confirmado las sospechas de su cita “me ha tocado el gay”.
En el momento de la decisión final, Emilio ha intentado ser educado y decirle que se lo había pasado bien, pero ella ha sido muy clara y le ha dicho que era un soso “he llegado a pensar que la tenías pequeña”. Emilio ha alucinado y le ha dicho que él estaba buscando el amor y que no consideraba que juzgar a alguien por el tamaño de su pene fuera querer enamorarse. Él sí se acordaba de su nombre y sentía que ella era una chica simple, y sin aspiraciones en la vida.