Álex es un tipo que a veces es un caos, pero que siente que el deporte y el pensamiento crítico le definen. Ahora juega al waterpolo y da clases de natación a niños, mientras hace un máster de psicología. No siente que sea un celebrito, pero sí lee mucho sobre el poliamor y la ágama. Siente que es muy complicado dedicarnos a una única persona porque estamos aquí para disfrutar. No ha tenido una relación de poligamia, pero sí vivió la ágama cuando fue infiel a su pareja.
Melisa, su cita, se h presentado como una chica académica entre semana “no paro de leer, me voy a la biblioteca” y una chica más picara y divertida los fines de semana “me encanta desfasarse y vivir todo lo que la noche me quiera dar”. Hace un tiempo decidió hacerse bisexual para poder disfrutar.
Al verla, Álex ha sentido que era una chica atractiva que entra dentro de sus canones y ha alucinado al saber que también estaba estudiando Filosofía. Ella no esperaba encontrar a alguien con quién compartir la sensación de “me corro con la Critica de la Razón Pura”. Han hablado de los deportes que practican y la cita ha comenzado con fluidez, pero ella ha sentido que físicamente el soltero no era lo que buscaba.
Los solteros han comenzado la cita hablando de sus respectivos másteres y hablando de filosofía, cambio climático y critica aplicada. Los dos sienten que hay que cuidar el planeta y todos los seres que habitamos en él. Melisa ha querido saber cómo era su cita en pareja más allá de sus conocimientos filosóficos y ha alucinado cuando él le ha dicho que tuvo una relación ágama (Modelo relacional contrario a la monogamia, propone vínculos sexoafectivos sin exclusividad).
En el tema sexual, Álex se ha definido como un tipo muy sexual que no practicaba todo lo que quería por ciertas circunstancias, pero no se esperaba que su cita le fuera a sacar los colores “con chicos y con chicas, los baños de las discotecas son mis mejores amigos”. Melisa se ha dejado llevar por su lascivia y su lujuria, y ha conseguido sonrojar a su cita contándole que a ella le da igual “tres, cuatro o cinco” y que le gustan los tríos, pero que prefiere con dos chicas porque con dos chicos “se emocionan muy rápido y pim, pam, pim, pam… A mí me gusta duro, pero aquí mando yo”.
En el fotomatón, los solteros se han dejado llevar y se han dado un beso celestial, que podría ser el primero de un amor muy platónico y citas muy guais como ha sentido Melisa.