Marcos es científico y nos ha explicado que él es como un resultado imposible. Está trabajando con su tesis doctoral sobre química médica, diseño se fármacos. Es un poco científico, pero lleva un gran artista dentro. No ha tenido una relación de pareja formal, de las que llevas a tu pueblo y le presentas a tu familia. Es un poco vidente y suele acertar, pero a veces le echa un poquito de imaginación.
Ángel, su cita, vive en Madrid, pero es de Tomelloso un pueblo de Ciudad Real en el que hay gente moderna “pero de mi edad, más mayor, no”. Al ver a Marcos, le ha visto un poquito bajito, pero en general le ha gustado. Marcos le ha contado que es de Talavera de la Reina, pero ambos viven en Madrid.
A Marcos le ha sorprendido que su cita trabajara y estudiara al mismo tiempo. Ángel estudia Diseño de Interiores y trabaja de dependiente en una tienda, es un chico muy ocupado y aunque, asegura tener tiempo libre, a Marcos le ha parecido complicado que coincidieran en sus tiempos de ocio. Por su parte, Ángel no se ha enterado de nada de lo que iba la tesis doctoral de su cita.
Jugando al Rasca del Amor, los dos han coincidido en que les gustaría tener sexo en sus respectivos lugares de trabajo, Marcos trabaja en un centro de investigación con mogollón de seguridad y Ángel se ve en un probador. Ya ha tenido sexo en algunos lugares públicos y es algo que le gustaría repetir.
Los solteros se han gustado y no han tardado mucho en empezar a coquetear. Marcos estaban encantado con Ángel y se ha imaginado ya cómo quedarían juntos en las redes sociales “creo que empastamos bien, quedarían fotos bonitas de los dos en Instagram”. Ángel le ha confesado que le gustaban sus ojos y que tuviera tatuajes. El soltero lleva más de 20 tatuajes y en la espalda tiene “un reloj de arena por Camarón, literal, me gusta mucho”.
Se han gustado, quiere saber más el uno del otro y “unas cañitas por Madrid nunca vienen mal”.