Raúl ya ha tenido una relación madura y a sus 27 años se siente preparado para tener una relación seria “dos personas que se complemente, que no resten. Una compi de entreno”. Rosa, su cita, es una chica muy enamoradiza y le encantan compartir la vida con un mejor amigo.
Al verse, Raúl ha sentido un “Wow, tiene buen físico, me gusta” y ella también ha sentido que le gustaba todo de él. Rosa ha querido que su cita adivinara su país de origen y le ha dicho “vengo de donde viene el ceviche”, pero el soltero no lo ha probado nunca y no sabía que era típico de Perú.
Raúl ha comenzado la cena preguntándole a Rosa por los motivos que la han traído a nuestro país y ella le ha contado que llevaba aquí solo 6 meses, que vino con su hermana y su cuñado, descubrió que tenía una tía y decidió quedarse. Él ha alucinado y más al saber que tiene una hija, que también está a punto de venir “se ha venido sin nada, chapó, yo no sería capaz”, pero no le ha parecido un problema.
Claudio le ha dicho a su cita que él comía de todo y que, aunque no supiera lo qué es el ceviche, seguro que le iba a gustar. El soltero ha querido saber qué tipo de relación buscaba su cita y al ver que ella no lo tenía claro le ha soltado un “o en cinco años, yo te espero”. Rosa le ha dicho que quería algo bonito y que no quería generalizar, pero que los españoles de su edad no solían buscar algo serio.
Él le ha dicho que era español y que sí quería algo serio, y que sentía que la comunicación era fundamental en una pareja “Un amigo me dijo una frase que se me quedó grabada ‘si tu aceptas desorden para evitar la guerra, tendrás desorden y tendrás guerra”.
En el momento de la decisión final, los dos se han dado un sí a una segunda cita, se han gustado desde el primer momento y han comenzado a conocerse más en ese mismo momento “¿Nos vamos a mi casa?”.