Alejandra es bailarina y para ella la danza es una transformación mental y espiritual. Ha estudiado ballet clásico, ahora da clases virtuales y sueña con montar su propia academia. Le encanta vivir en Madrid, pero tiene hambre de conocer más. Le gusta la música clásica y le gustaría encontrar a alguien que le acompañara a escuchar a la sinfónica.
Rufino, su cita, se ha dedicado toda la vida al fútbol. Ha estado en varios equipos españoles, pero el grueso de su carrera lo ha realizado en Asia. Al ver a Alejandra ha brindado por un encuentro Perú-España, pero le ha dicho que ya no tenía ilusión por el fútbol y ha sentido que su cita era “muy guapa, pero no es mi prototipo”.
Mientras esperaban la cena, Rufino ha querido saber por qué había dejado Alejandra su país y ella le ha contado que había querido seguir evolucionando y aprendiendo en su profesión. Él le ha contado que había tenido una relación larga, pero que después no había encontrado nada serio y no quiere engañar a nadie.
Rufino se ha sorprendido con la edad de Alejandra y le ha dicho que por su color de piel parecía más joven. Ella le ha dicho que era negra, pero él ha sentido que era más mulata y ella le ha dicho que esa palabra no le gustaba “viene de mula”. Alejandra no pretende cambiar el lenguaje coloquial de nadie, pero sí ha querido explicar que las personas con orígenes afro no les gusta esa palabra “No es una palabra bonita para le gente afrodescendiente porque tiene una connotación de mula, de maltrato”.
Respecto a la fiesta, el futbolista le ha dicho que le gustaba mucho, pero que ya estaba en un punto que prefería hacer algo más tranquilo. Al soltero le gusta mucho la gente natural y Alejandra ha flipado con su ejemplo “puedes eructar mi nombre completo, que me da igual”. De hecho, a Rufino lo que más le gusta de su cita es que es una chica con la que ha pasado todo el rato sonriendo y ha podido ser natural.
Alejandra y Rufino han terminado la noche bailando y han sentido que se compenetraban muy bien. El futbolista necesita alguna clase más de baile, pero tiene la suerte de que cualquier ritmo lo pilla rápido. Los dos se han transmitido muy buena vibra y se han quedado con ganas de repetir.
Rufino, exfutbolista con una larguísima trayectoria profesional, sobre todo en 2ªB. Un jugador cuyo máximo logro fue debutar en primera división con el Atlético de Madrid. Sólo fueron dos partidos, suficientes para ser una pequeña parte de la historia del club rojiblanco.