Pepe es un “chuleta” y se siente “guapo”, toda la vida ha sido una máquina y ahora “soy media máquina”, pero no le faltan las mujeres “tengo éxito porque soy bajito, pero tengo mucho palique. Me gusta el baile, me encanta el baile y me siento como el Capitán Trueno”. Ha trabajado de varias cosas, de carpintero, en la Feria del calzado de Elche y sobre todo, ha sido boxeador, algo que le da mucha seguridad. Las mujeres le gustan rellenitas “que yo pueda apretar un poquito”.

Inmaculada, su cita, tiene 66 años, pero ella es “una mujer moderna, no me gusta hacerme mayor”. Lleva siete tatuajes “este es mi nieto, Daniel Owen, mi segunda pareja, dos corazones, una rosa que me apeteció, esta es una perrita que me duró siete años, que se llamaba chispa, me hice las huellitas en el gemelo y atrás llevo a la Betty Boop, que me encanta”.

Inmaculada le ha dicho a Pepe que le encantaban las plantas y han chocado al hablar de los animales. A él le gusta el baile y a ella más escuchar música, pero han coincidido en su pasión por la música y la voz de Camilo Sesto. Pepe ha dicho como “era muy maricón, era un chico muy guapo” e Inmaculada le ha regañado porque eso no se dice porque suena muy feo “gay es en inglés, pero nosotros no somos ingleses… Yo tengo 72 años y gay para mí es moderno”.

Le ha explicado a su cita que él era respetuoso con todo el mundo, pero que era su lenguaje y que a su edad ya no iba a cambiar, algo que a ella no le ha gustado nada porque la palabra maricón no le gusta nada "es una falta de respeto".

El soltero le ha pedido a su cita las gafas para leer el Rasca del Amor, pero Inmaculada no ha entendido muy bien a qué se refería la pregunta “¿Tendrías una relación abierta?”. Se ha pensado que era una relación en la que cada uno viviera en su casa, pero Pepe que es “muy moderno”, le ha explicado que es que ella se acuesta con él y con otros, y él puede hacer lo mismo, algo que ella ha tenido claro que no haría “yo no soy moderna, soy antigua”.

Inma ha alucinado cuando Pepe le ha confesado que la veía muy delgada para su gusto “si el médico me dice que tengo que adelgazar” y en el reservado le ha demostrado que estaba maciza “tú me has visto mi culo y mis caderas…”. Incluso, se ha abierto el escote para que le viera sus grandes pechos “uy, uy, qué rico”. Pepe estaba cómodo y para “quedar bien”, le ha dado un piquito y ha pagado la cena, pero le ha confesado que su físico no le había gustado.

Una pena porque Inma no ha dudado en coquetear con él y ha sentido que entre ellos había surgido la química. Eso sí, se lo han pasado genial y ha sido un placer.