Pablo es un chico bromista y muy maduro. Ahora mismo trabaja con niños de edades variadas y quiere estudiar un Grado de Acondicionamiento físico. Ha descubierto que le encanta el trato con los niños y le gustaría ser padre por lo que quiere encontrar una relación seria.
Catalina, su cita, es una chica con mucho carácter y que no es fácil entrar en ella, pero está deseando encontrar a la persona que sí lo haga. Al verla, Pablo ha sentido que era una chica muy guapa. Han comenzado a conocerse por la edad y sus profesiones. Catalina tiene 18 años, vive en Madrid y estudia interpretación. Pablo también le ha gustado a la soltera “está mazao y los cuellos altos también me gustan”.
Mientras pedían la cena, Pablo ha sentido que en el tema de la comida no habían dado ni una porque ella ha pedido tarta de queso y él de chocolate, pero Catalina le ha explicado que eso no tenía nada que ver y que ella creía en la ley de las aceitunas “a uno de la pareja le gustan y al otro, no”. Pablo ha sido el primero en decirle que a él no le gustaban las aceitunas y han chocado los puños porque a ella le encantaban.
El joven le ha dicho que le encantaba ir al gimnasio y a ella le da mucha pereza, una vez más “la ley de las aceitunas”. Pablo ha querido saber si su cita era una chica pija y Catalina le ha dicho que no y que, al verle a él, había sentido que se parecía un montón a su exnovio “me ha asustado un montón”. Pablo se ha asustado un poco al sabe que a su cita le gusta conectar en pareja, pero le ha gustado que también le gustaran los niños y que al igual que él, le encanta jugar con su hermano pequeño, reírse, poner voces…
Al comprobar que Catalina tenía un humor parecido al suyo, Pablo se ha ido soltando poco a poco y han comenzado con el vacile. En el fotomatón han sellado el momento con un beso “ya estaría” y se han dado un “sí” a una segunda cita juntos. Han hecho match en ‘First Dates’.