Víctor es “un murcianico mariconazo” que trabaja en redes sociales y en el mundo del diseño audiovisual. Hace mucho que no tiene pareja, le gusta el mundo del drag y busca a un chico con un poquito de bello fácil “que no está uno para pedir demasiado con lo que tiene”.

Jorge, su cita, es paraguayo de sangre y colombiano de corazón. Es estilista desde hace 11 años y su fuerte es el color. Al verle, Víctor ha tenido subidón porque le ha gustado mucho físicamente “por los ojos ha entrado”. El soltero le ha contado que llevaba solo dos semanas viviendo en Madrid, pero que la ciudad le encantaba y había venido muchas veces porque estaba viviendo en Santander.

Los solteros han comenzado la cena hablando de sus profesiones y Jorge como buen estilista se ha fijado en el maquillaje de los ojos de Víctor, y le ha gustado mucho que hiciera drag. Víctor se ha interesado por el acento de su cita, pero ha confundido Paraguay con Uruguay, y le ha confesado que de geografía cero. No ha querido preguntarle por los idiomas porque una vez metió la pata muchísimo, pero le ha gustado mucho que Jorge le hablara en uno de los idiomas de su país.

De repente se ha hecho el silencio entre ellos y Jorge ha sentido que había sido un error pedirse espaguetis en la primera cita, pero todavía no había pasado lo peor, el soltero ha comenzado a reírse y se le ha salido un trocito de pasta disparado. Menos mal, que Víctor se lo ha tomado con mucho humor.

Víctor se ha interesado por cómo salió del armario Jorge y él le ha contado que fue muy traumático y que por eso tuvo que dejar su país, su familia le dio de lado y actualmente solo tiene contacto con su mamá “hablamos una vez a la semana y no me pregunta por nada de eso”. El soltero ha lamentado su situación y ha sentido que él era un afortunado.

Le ha contado que él no cree que en lo estereotipos sexuales y que le han llegado a rechazar por no definirse como activo o pasivo, pero que él cree que hay que probar y que con cada persona es distinto. Algo que a Jorge también le ha pasado y en lo que han congeniado. Además, los dos se han armado de valor y se han confesado que se estaban gustando.

Al llegar al reservado, los jóvenes se han atrevido con el Rasca del Amor, pero les ha tocado darse un beso en el hombre y ha Jorge le ha parecido algo muy aburrido “cambiamos las reglas del juego”, le ha propuesto a Víctor han comenzado con un beso en el cuello, que también le ha parecido aburrido. El soltero estaba encantado con su cita y quería más pasión.

Como era de esperar, los comensales se han dado un sí a una segunda cita, pero Víctor ha tenido que tirar del freno de mano porque Jorge ya quería que le llevara a Murcia a conocer a su familia “amore, vas un poco rápido, yo te llevo a tomarnos un café a la Plaza Mayor y luego nos vamos de travestís”.