Carlos Sobera sabía que Luis era un coquito, pero no se esperaba descubrir a un hombre tan alto y tan positivo. El soltero se ha presentado como un tipo muy activo “yo los sofás y los sillones los quitaría de casa” y sobre todo, positivo y optimista. Se ha casado dos veces y se quedad con la parte buena porque para él el amor correspondido es algo glorioso, algo similar a conocer las Pirámides de Egipto
Cuando el presentador ha querido saber cuál era su profesión, se ha sorprendido al saber que Luis es profesor de universidad. El soltero se ha mostrado reservado, pero le ha terminado sorprendiéndole al contarle que daba clases de ingeniería “¡Qué barbaridad! Tenéis fama de…”.
Luis le ha dicho que las materias eran complicadas, pero que él se consideraba un tipo exigente, pero que daba mucho de él “soy una persona equilibrada y los exámenes no son ni muy fáciles ni muy difíciles”. Carlos lo ha entendido porque hacer un puente no debe ser sencillo, pero al saber que buscaba a una mujer positiva “ya verás como hago yo un puente entre aquí y la mujer de tu vida, esto se llama ingeniería del amor”.
Y parece que no se le ha dado nada mal porque al verse, Luis y Rosana se han gustado físicamente. Además, al conocerse durante la cena, ella ha sentido admiración por la forma de ser de Luis y él por el coraje que ella había tenido al dejar su país, su familia y su profesión, y comenzar de nuevo en nuestro país.