El soltero perfecto busca el amor en ‘First Dates’: “Eres un hombre para casarte”

Sadeq es un amante del arte y está haciendo caligrafía persa y turca. Vive en Madrid, pero es de Irán. Es musulmán, pero al vivir en Europa tiene una mentalidad un poco más abierta que su familia y le importa mucho la personalidad de las personas. Está cansado de esperar el amor de su vida y ha venido a ‘First Dates’ a ver si el destino se adelanta un poquito. Para él el amor es responsabilidad “estar en todos los momentos, si estás feliz o no lo estás”.

Ariela, su cita, es una chica extremadamente social, no tiene filtro y se define como “un poco loca, hiperactiva…”. Al ver a Sadeq ha sentido que no era tan alto como ella esperaba, pero ha querido saber si conectaban y conocer su personalidad. Él ha visto a una chica “muy guapa, pero no muy, muy guapa”.

La soltera le ha contado a Sadeq que era publicista, que era de Eucador y que estaba muy contenta en España donde solo lleva ocho meses. La joven estaba encantada porque su cita le escuchaba con cara de ilusión y sus ojos decían que era una buenísima persona. Sadeq le ha confesado que vino a Madrid sin saber nada del idioma y que comenzó a aprenderlo cuando ya supo que se iba a quedar un tiempo.

Ariela le ha contado a Sadeq que para ella es importante tener amistad con su pareja y le ha dado pena saber qué el no tenía el amor cada mañana, ella no tiene amor de pareja, pero sí amor en muchas otras variantes.

El soltero le ha contado que siente que sus amigos le llaman solo cuando necesita que les traduzca o les saque de algún apuro, pero que se siente solo y que busca a alguien con quién compartir. A Ariela se le ha roto el corazón porque Sadeq es un tipo maravilloso y todo un amor, pero no ha sentido el feeling de pareja que ella necesita.

En el momento de la decisión final, Sadeq le ha dicho que le gustaría seguirla conociendo y ella le ha explicado que es una persona maravillosa “eres un hombre para casarte”, que le gustaría que encontrara a una mujer maravillosa que se enamorara de él, pero que ella no era esa persona y que, de momento, quería ser la persona que llenara sus vacíos cuando se sienta solo “quiero ser esa persona, llámame y podemos vernos”.