Un soltero consigue que Carlos Sobera le invite a cenar en ‘First Dates’: “Algún papelito tienes que tener”
Las perlitas del vegano que come torreznos de ‘First Dates’: “Mi alimentación es flexible y consciente”
Carlos Sobera alucina al saber que Tariq se quiere ir de ‘First Dates’ sin pagar: “Tienes una cara…”
Sí, Tariq ha llegado a 'First Dates' sin un céntimo en el bolsillo, ha conseguido sorprender a su cita con su particular dieta "flexible y consciente", explicarnos cómo es posible ser vegano socialmente y ha conseguido que Carlos Sobera le invitara a cenar "Menuda cara".
Ana es una mujer que desde muy joven ha tenido el pelo de colores “la primera vez me lo pinté de azul con un rotulador” y con unas ideas muy claras. Es vegana, abstemia y su primer recuerdo sobre el tema viene de lejos “cuando hice la primera comunión no quería obligar a la gente a comer ni jamón ni gambas”. En el amor le da igual el aspecto físico ni el sexo “no me importa lo que tenga entre las piernas”, lo que le importa es que sea una persona bonita y con sus mismos valores.
Tariq, se ha presentado como un tipo al que le han dicho que lleva “30 años vivo en este cuerpo” y actualmente vive en el monte norte de la Comunidad de Madrid. Al entrar, le ha dado un gran abrazo a su cita ha dicho que iban a empezar “suave”. A ella le ha gustado mucho su rollito y su look, todavía no había empezado a hablar.
Y es que todo lo que ha dicho Tariq durante su paso por ‘First Dates’ ha sido para remarcar. Ana ha querido saber de dónde venía y él ha comenzado a lanzar perlas hasta conseguir que el mismísimo Carlos Sobera le acabara pagando la cena.
- “Ahora vengo de casa de mi hermano, ayer de Gerona y antes de eso, del monte”
- “Me cago en Jack Sparrow… Hay dos cosas que pasan cuando bajo de la montaña, una que me llaman Jack Sparrow y otra que me paran los del uniforme” (Ante su parecido con el protagonista de ‘Piratas del Caribe’)
- “No se puede vivir en la ciudad, va muy rápido, la gente está muy loca, mucho humo, huele muy mal, no se ven las estrellas… Vivo en un casote rodeado de robles, he pasado por ecoaldeas, he compartido con otros humanos, con muchos animales no humanos, pero ahora estoy solo”.
- “Soy vegano, sobre todo políticamente, soy muy especial. Soy vegano, pero si me encuentro unas botas de cuero en la calle, me las voy a poner y si me encuentro un filete de carne en la basura, seguramente me lo coma… Si estamos aquí y veo que a alguien le sobran los torreznos, me los como. Mi alimentación es flexible y consciente. No compro animales, flexibilizo y evito mucho comprar derivados, si te sobra un filete me lo voy a comer, pero en mi nevera no lo vas a encontrar”.
- “Soy sexual, putón con principios. Viene a significar que me encanta el sexo, sin penetración, dejemos de aburrirnos de esa manera. Y con principios porque el sexo trae un montón de cosas”.
- “Siempre he sentido que la monogamia en una sola persona, todo mi equipo en este ser… Me agobia porque solo tengo una carta, que es este ser, y sobre esa persona cae una presión de la hostia”.
Cuando les han traído la cuenta, Tariq le ha propuesto a su cita marcharse del restaurante sin pagar “les decimos que lo hemos dejado en el vasito y ya está”. Ana ha alucinado y ha sentido que le iba a tocar pagar a ella, y no estaba dispuesta “yo no voy a pagar nada”. Él quería romper los patrones “no me he traído ni un centavo”.
Al enterarse de la situación, Carlos Sobera ha intervenido “no sé a qué estarás acostumbrado en tu pueblo, esté tiene una cara que se la pisa”. Las gemelas han insistido en que tenía que pagar y Tariq ha hecho lo imposible porque alguien le invitara “yo pensaba que ella me iba a invitar, invítame tú, algún papelito tienes que tener, Carlos”. El presentador ha tenido la sensación de que tenía muchísima cara, pero le ha hecho gracia que encima pidiera un vasito de agua “venga que te voy a invitar”.
En el momento de la decisión final, Ana le ha dicho que no le perdonaba la vergüenza que había pasado con el momento simpa y que no quería repetir la experiencia. Él ha intentado que se tomaran unas birritas “invito yo”, pero ella no ha caído en la trampa.