Una soltera pone el anillo a su cita y después le da calabazas: “Esperaba que me desestabilizaras”
Dada y Jesús juegan a ponerse el anillo de compromiso en ‘First Dates’: “Te lo pongo donde sea”
Dada, al ver a Jesús por primera vez en ‘First Dates’: “El futuro amor de mi vida”
Dada se ha presentado en ‘First Dates’ como una mujer a la que le apasiona el sexo, practicarlo “de lunes a domingo” y aprender al respecto. Ha estado cuatro años en pareja, pero lleva “13 años felizmente soltera”. No tuvo una buena experiencia, pero no se arrepiente porque esa relación le hizo ser la mujer que es hoy. Está buscando a su versión masculina, simpático, divertido, trabajador y muy familiar.
Físicamente le gustan los hombres altos y mayores que ella, pero le importa más la forma de ser que el exterior. Jesús, su cita, es un tipo que solo ha sido infiel una vez y que asegura decir la verdad porque allí “En San Fernando te tiras un pedo y lo sabe todo el mundo”. Las mujeres le gustan “¿Todas?”. El físico no le importa demasiado porque ha conocido de todo.
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Al verle, Dada ha bromeado diciéndole “el futuro amor de mi vida” y se han puesto a hablar de sus lugares de orígenes. A él le gusta Barcelona, pero le ha dicho que “las playas son regular, eso sí”.
Mientras esperaban la cena, Dada ha querido saber a qué se dedicaba su cita y ella le ha contado que había trabajado un poco de todo, pero que ahora estaba estudiando marketing internacional. Jesús se dedica al mundo de la hostelería y han charlado sobre la decoración de sus locales. A él le ha parecido muy valiente que ella se viniera a España con tan solo 18 años y que sea una mujer completamente independiente.
Jesús ha alucinado al saber que Dada no hace deporte y que su físico es cuestión de genética. Él ha querido adivinar cómo era su cita y parece que ha ido acertando. Dada le ha dicho que sí era cariñosa, que era muy mandona y que le gustaba tener el control.
Los solteros no habían terminado de mostrar sus cartas, pero antes de llegar a la decisión final han jugado a pedirse la mano y a ponerse los anillos o servilleteros en el dedo. Los dos parecían dispuestos a repetir la cita “en Cádiz, Barcelona o Brasil”. Jesús ya se veía tomándose un mojito frente a la playa cuando ella le ha dicho que solo quedaría con él como amigos porque además de mandona, era muy exigente y buscaba a alguien que “me desestabilizara”.