Edilberto, sobre los amigos a los 87 y en ‘First Dates’: “Los que no se han muerto están sordos y no se enteran de lo que les dices”

  • Lola: “Me gustan los pueblos y la playa, pero de Madrid al cielo”

  • Lola mienta a Edilberto para no romperle el corazón: “Creo que no estoy preparada para enamorarme”

Lola siempre ha sido una mujer moderna y adelantada a su tiempo. Nada más llegar a ‘First Dates’ le ha dicho a Carlos Sobera que había venido también para conocerle, que era viuda y que llevaba varios años sola porque era una mujer muy independiente, y porque no le habían querido bien.

Edilberto, su cita, ha tenido problemas hasta con el cura de su pueblo porque dice todo lo que piensa. Al ver a Lola, ha sentido que era lo que estaba buscando y le ha recitado el "Dolores, Lolita, Lola…". Sus amigos el llaman José porque “Pepe se pega en los labios” y Edilberto es muy complicado. Ella, sin embargo, ha visto a un hombre que le parecía mayor que ella.

Mientras comenzaban a cenar, Lola le ha dicho que ella vivía por el Alto de Extremadura y ha querido saber de qué parte de Madrid era Edilberto. Él le ha contado que estaba a caballo entre Madrid y su pueblo de Guadalajara, que tenía tres hijos, cinco nueras y ocho nietos. Tiene una familia grande, pero se siente solo porque cuando está en casa y se siente en el sofá no hay nadie a su lado.

A Lola le gustan los pueblos, le gusta la playa y siente que la vida es el mayor espectáculo del mundo, pero ella “de Madrid al cielo”. Edilberto sale a bailar casi todos los días y Lola le ha contado que ella baila flamenco, pero ha sentido que era más activa que él porque en su pueblo no parecía tener mucha vida social. El soltero le ha contado que en su pueblo se conocían todos, pero que amigos, amigos, le quedaban pocos “o se han muerto o no se han puesto el pinganillo, están sordos y no te escuchan”.

Antes de llegar a la decisión final, Edilberto ha mostrado sus cartas y le ha confesado a Lola que quería a una mujer que supiera estar en cualquier situación, y que le gustaría que fuera ella. Lola con mucha prudencia le ha dicho que tenían que madurar la idea, pero tenía claro que su forma de vida no era compatible, aunque para no decepcionarle le ha dicho que sentía que ella no estaba preparada para enamorarse todavía.