Un chiste malo salva de un apuro a un soltero de ‘First Dates’: “Todos somos persianas”

  • Julio se traba durante la conversación y tira de humor para que su cita se ría de la situación

  • Julio y el amor: “Soy bastante básico, que tenga inteligencia emocional, un proyecto de vida en común, que me entre por los ojos”

Son mañicos, les gusta el rock, la fotografía y han conectado desde el minuto cero, pero los nervios no siempre juegan a favor de los solteros en ‘First Dates’ y Julio ha tenido que tirar de humor para superar un momento crítico durante la cena.

Julio es un joven de 30 años que está feliz de la edad que tiene, es músico y su familia es propietaria de una orquesta “mi padre trajo muchos artistas a Zaragoza, Tina Turner… Todo familia de artista”. En el amor, se define como un tipo “Soy bastante básico, que tenga inteligencia emocional, un proyecto de vida en común, que me entre por los ojos”.

Sandra, su cita, es una chica muy maja que considera que su fuerte es “caerle bien a la gente”. A Julio le ha encantado que también fuera de Zaragoza y ella le ha visto “así tipo rockerillo, me gusta”, eso sin saber que era músico “me encanta”.

Durante la cena, Julio se ha interesado por la profesión de Sandra y ella le ha dicho que estaba de operaria en una fábrica, pero que había estudiado fotografía artística y educación infantil, algo que tenía en común con su cita. A los dos les apasiona la fotografía, pero no les da la vida. A Sandra le gusta mucho ir al cine, pero las películas de miedo le dan miedo y parece que con Julio no las va a poder ver porque el también se asusta mucho.

También le gusta viajar, pero como no tiene mucho dinero asegura ser “un poco ratilla” y apuesta por los viajes de low cost. Él ha sentido que entre ellos estaba surgiendo una conexión muy chula y ha querido saber más, pero al preguntar un “¿Te gusta?”, se le ha colado una ‘r’ y ha terminado soltado un chiste malo, malo, para superar los nervios “Todos somos persianas, parece mentira que no lo sepas estantería”.

En el tema musical al flipado porque ha resultado que ella era una de las espectadoras que le escuchó durante un festival en el que tocó La Fuga. En el amor, los dos han tenido una única relación larga que se terminó porque la comenzaron muy jóvenes. Entre ellos ha surgido mucha conexión y aunque él es más de energías que ella, Sandra también ha sentido que Julio le trasmitía una energía muy positiva.

En el fotomatón han jugado, se han reído y aunque no se han besado, sí han tenido claro que el destino les había juntado por algo y que los dos querían tener una segunda cita en Zaragoza.