Kevin no se esconde “soy un friki y llevo diez años haciendo cosplay”, es fiel seguidor de los animes que le gustan y ha venido a ‘First Dates’ estrenando el traje de uno de ellos. Es de Honduras y lleva tres años viviendo en Valencia, dónde está estudiando para ser director de cine, pero también huyendo de la inestabilidad de su país, busca a una chica extrovertida y con la que poder dejarse llevar.

Haru, su cita, tiene una estética muy llamativa y asegura que “cuando salgo a la calle y la gente no me mira, me siento mal”. No le gusta la monotonía y vestirse igual todos los días le parece aburrido. A Kevin le ha encantado su outfit, pero ella no tenía ni idea de qué iba disfrazado él, solo conoce un anime.

Ya sentados en la mesa, Kevin le ha contado a Haru su pasión por el cosplay y todo lo relacionado con el mundo del anime. Él no soporta el silencio y ha estado todo el rato sacando conversación. Haru le ha dicho que su vida sentimental había sido un desastre y él le ha contado que había estado con una chica japonesa mexicana que conoció por un chat de anime, pero que no tardó en sacar su lado tóxico “me pidió que pusiera en Facebook que estábamos casados”.

Haru le ha contado que ella se dedica a las redes sociales y que lo de trabajar ocho horas y llegar a casada cansada, no va con ella “prefiero quedarme en casa, hacerme dos fotos y subirlas a Instagram”. Kevin es más de trabajar que de estudiar y su madre siempre le ha dicho que buscara a alguien que le animara.

Jugando al Rasca del Amor, Haru le ha dicho a Kevin que ella en el amor era muy desconfiada porque siempre se fijaba en el típico bad boy. Ella busca a un chico con pinta de arruinarte la vida, pero que no se la arruine. Kevin le ha dicho que él apuesta por la seguridad y la confianza en una relación, pero también le ha confesado que él es más “de tetas que de culos”, algo que a ella le ha hecho desconfiar “yo soy más que un físico”.

En el reservado, la soltera ha mantenido las distancias y le ha dicho a Kevin que no le gustan los besos ni que la toquen en una primera cita. Él ha querido saber qué la podía excitar y le ha confesado que él se excita con saber que la otra persona tiene ganas “si estoy sintiendo que me vas estás acariciando el pequeñín yo ya tengo”.

Haru le ha dicho que se lo había pasado muy bien durante la cita, pero le ha dicho que no quería repetir porque buscaba a alguien con tatuajes y más de estética alternativa porque ella del mundo del anime y cosplay no tenía ni idea.