Nuria ha llegado a ‘First Dates’ de los nervios y nos ha contado que vive en el Pirineo de Huesca porque le gusta mucho el monte. En el amor ha tenido cuatro relaciones y cada una le ha durado cuatro años. No ha tenido hijos porque es una mujer libre y se siente un poco salmón porque va contra la corriente “ni móviles ni hipotecas”. Busca a un chico aventurero “una mezcla de Indiana Jones y Cocodrilo Dundee”.
A Antonio, su cita, le da mucha pereza comprar ropa a su edad “tengo calcetines que tienen más años que tú” y ha venido a ‘First Dates’ en busca de la gente molona que él ve en la tele. Al verle, Nuria ha sentido que era un poco mayor para ella y no le ha gustado mucho que viviera en Sevilla. Él por su parte, lo ha tenido claro “esta con los pelos de colores, está un poco trastornada como yo”.
Mientras esperaban la cena, Antonio le ha contado a Nuria que era astrónomo y ella se ha sorprendido mucho porque una vez estuvo con un astrónomo y se lo pasó muy bien aprendiendo de las estrellas. Él le ha dicho que era un trabajo muy desagradecido porque nunca descubrían nada y que a veces, se tenía que inventar alguna cosa.
Antonio ha querido saber si Nuria tenía hijos y ella le ha dicho que tenía solo perros. Por su cara, la soltera ha intuido que a su cita no le gustaban demasiado los animales “Las gambas a la plancha y los boquerones en vinagre, es lo que me gusta de los animales”. Sin embargo, le ha contado que tenía un perro que se llamaba Mazapán, pero que murió por culpa de un buitre que intentó atacarle en la Sierra de Grazalema en Cádiz.
A Nuria le ha extrañado mucho que un buitre atacara a un humano, pero le ha creído y le ha dicho que ella cuando se muera quiere que echen su cuerpo de comida para los buitres, algo que a Antonio le ha dado un poquito de miedo, pero ella asegura ser animalista y querer más a los animales que a las personas.
Antonio le ha contado a su cita que había tenido nueve relaciones y que las nueve le habían dejado, a ella eso le ha extrañado, pero igual había sido mala suerte. El soltero ha mostrado interés por la vida de Nuria en un pueblo de 30 habitantes y ella le ha dicho que era muy viajera y que estaba buscando a su Indiana Jones “yo soy más Fernando Esteso”, le ha respondido él en broma.
En el momento de la decisión final, Antonio se ha mostrado dispuesto a seguirla conociendo y a visitar ese pueblo del Pirineo, pero ella le ha dicho que no, que no tenían nada en común y que vivían muy lejos. Menos mal que él ya está acostumbrado a que le dejen.