Álex es un soltero que se quiere y que siente que está muy bien, pero siente que triunfa más por la labia. Está buscando a una chica con un físico bonito y con una forma de vida similar a la suya.

Miriam, su cita, lo tiene más que claro “soy una choni con estudios que busca a un cani con estudios, ya está, las cosas se dicen claras”. No quiere engañar a nadie y siente que no encuentra pareja porque le gustan los canis y “no suelen ser buenos chicos”. Mientras pedían algo de beber en la barra, han descubierto que los dos son de la zona de Barcelona y que tienen 23 años.

La soltera le ha dicho a Álex que parecía más mayor y él ha querido tomárselo como un cumplido, pero en realidad, a ella no le ha gustado su físico. Él también esperaba una chica más de gimnasio, pero ha sentido que Miriam podía entrar dentro de su prototipo.

Álex ha comenzado la cita preguntándole a Miriam si era muy fiestera y al saber que sí, le ha dicho que él ya está en otro punto y que le gusta salir solo en ocasiones especiales. Le faltan dos semanas para acabar la carrera y ya está trabajando por las mañanas. A ella le ha gustado que sea un chico con aspiraciones en la vida y que fueran a la misma universidad. Él también ha querido saber cómo se estaba sintiendo ella en la cita y los dos han reconocido que estaban “muy a gusto”.

El soltero ha querido saber cómo había sido la trayectoria sentimental de su cita y Miriam le ha contado que no había tenido ninguna relación seria porque siempre se fijaba en el típico chico que no la trataba bien y que la mandaba directa al psicólogo, y que sentía que había una presión social al respecto. Él lo ha entendido “yo solo he tenido una relación y fue de rebote” y ha respirado tranquilo al saber que buscaba a un chico maduro que la enseñara cosas porque él muy chulito no era.

Miriam le ha confesado a Álex que había estado también con chicas y que se podía definir como bisexual, pero que le gustaban más los chicos. Él no ha tenido relaciones con hombres, pero le ha dicho que no se cierra a nada porque no sabes qué te va a pasar en la vida, una respuesta que a ella le ha gustado escuchar.

En el momento de la cuenta, ella le ha dicho que pagaran a medias “no me gusta que me paguen” y él ha respirado tranquilo porque no le gustaban las chicas que preferían que pagara él solo por ser hombre. Sin embargo, mientras alardeaba de siempre pagarse lo suyo, Miriam se ha dado cuenta de que no tenía el bolso y le ha pedido que la invitara, pero Álex venía de casa seguro de que no iba a invitar a nadie “solo tengo 20”.

La soltera ha barajado la opción de hacerse un simpa, pero ha terminado pidiendo su bolso y pagando su mitad de la cena. En el momento de la decisión final, los dos han reconocido que la primera impresión no había sido buena, pero que poco a poco se habían ido sorprendiendo y que se querían conocer un poquito mejor.