María es una chica tradicional que se ha presentado en ‘First Dates’ como una auxiliar de geriatría de un pueblecito de Toledo a la que no le gustan los nuevos términos de poliamor o amor libre. No ha tenido suerte en el amor y nunca ha tenido pareja estable. Le gustaría encontrar a un chico respetuoso, amable y buena persona.
Juan, su cita, también está buscando a alguien para toda la vida. Al verle, María ha visto a un chico guapo y normal. Él es de Madrid y ella le ha contado que vivía muy cerquita de Talavera de la Reina. La cita ha comenzado bien, pero tras dos preguntas se ha hecho el silencio entre ellos y han tenido que ser las chicas las que rompieran la tensión proponiéndoles un brindis.
La cita de María y Juan ha ido despacito, muy despacito. Él se ha interesado por su pueblo y ella le ha dicho que era de Alcaudete, un pueblo que él conocía de pasar en dirección al suyo que está en Badajoz. Juan le ha dicho que tenía una hija de 7 años y se ha sorprendido de que ella nunca hubiera tenido una pareja estable con lo simpática que era.
María en ocasiones piensa que nunca le va a llegar el amor, pero Juan le ha dicho que seguro que sí. Él ha tenido dos relaciones largas y eso que es muy vergonzoso, y la timidez suele ser un impedimento.
Juan está buscando a alguien para toda la vida y al saberlo, María ha sentido que estaban buscando lo mismo porque ella también es tradicional. Juan le ha explicado que cada uno es libre, que la confianza es clave en una relación, pero que le gustan las cosas serias.
Jugando al Rasca del Amor, los solteros han descubierto con mucha timidez que los dos eran muy activos en la cama y que se lo podían pasar muy bien. Los dos han disfrutado de una cena muy amena y han tenido claro que querían repetir. De hecho, Juan le ha propuesto que continuaran la cita marchándose a tomar algo.