Pepe no oculta el estado de su sexualidad a los 70 en ‘First Dates’: “Cortito y con sifón”

  • Pepi, al ver a Pepe por primera vez: “Esta finito, empotrarme no me va a empotrar”

  • Pepe, al saber que Pepi se ha quedado viuda dos veces: “A ver si voy a ser el tercero”

Pepi de Sevilla tiene 67 años según dice su DNI, pero ella siente que tiene la mitad. Le gustan mucho los hombres, salir y tomarse su cervecita. Se ha quedado viuda dos veces y busca a un hombre guape y buena persona “yo soy el motón para arriba, de las guapas”.

Pepe, su cita, no es un tipo ligón y se define como “un buen partido”. Está sano, es jovial, bailón, tiene una buena casa. Al ver a Pepi ha sentido que era una mujer que estaba de buen ver. Ella le ha visto ligerito “empotrarte no te va a empotrar”, pero nunca se sabe “igual tiene un buen bregao”. Los dos han brindado y comenzado la cita con mucha alegría.

Mientras comenzaban a degustar la cena, Pepe ha querido saber qué le gustaba hacer a Pepi y ella le ha dicho que era una persona muy divertida y que le gustaba mucho vivir la vida. Eso sí, cuando Pepe le ha hablado de ir al teatro, ella le ha dicho que no, que a ella le gusta la discoteca.

A Pepi no le ha gustado que Pepe fuera un poco mayor que ella, pero… “si es divertido el notas”, la puede servir. Al saber que ella se había quedado viuda en dos ocasiones, él le ha soltado un “a ver si va a ser la tercera” y se han comenzado a reír.

Pepi ha querido saber cómo estaba Pepe en el tema sexual y el hombre ha sido muy sincero “ya cortito”, “corito y con sifón” le ha respondido ella muerta de la risa. Pepi no quiere a un hombre flojo en la cama y le ha dicho a Pepe que él ya no estaba para coger en brazos a nadie y empotrarla, pero él le ha respondido con un “en brazos no, pero algo se puede hacer”.

Antes de acabar la cita y con la seguridad de que los dos se lo estaban pasando fenomenal, Pepe le ha propuesto a Pepi un romántico brindis y se ha lanzado a la piscina. Le ha dado un piquito, que ella ha correspondido y le ha llevado a pensar que el soltero era un picarón.

Los dos han tenido claro que quieren repetir y ella como no tiene miedo a nada se deja llevar a dónde Pepe la quiera llevar. Eso sí, al monte a por bellotas, no le ha parecido un buen plan.