Carlos Sobera se siente identificado con un soltero de ‘First Dates’: “A mí también me pasa, soy un hombre objeto”
Sergio alucina al saber que su cita no estudia: “Invéntate algo, pero no me digas el carnet de conducir”
Sergio y Cristina tienen una cosa en común: “Mi color preferido es el morado”
Sergio se ha presentado como un tipo muy disfrutón al que le encanta subirse a un escenario y hacer el tontón. Al verle, Carlos Sobera ha sentido que el soltero tenía que ligar mogollón y no se ha equivocado, pero él le ha dicho que quería “a alguien de verdad”. El presentador ha bromeado con la situación “a mí también me pasa, soy un hombre objeto”. Sergio liga mucho trabajando de camarero en la noche, pero él busca una relación seria con la que tener un futuro. Tuvo una novia, pero le dejó por sus amigos “me dijo “o tus amigos o yo”.
Es un tipo muy romántico “mi película favorita es ‘El Diario de Noa’”, pero busca a una chica que no le atosigue y a Carlos Sobera le ha hecho mucha gracia “a mí ya me has enamorado”.
Cristina, su cita, es una chica a la que le gusta salir con sus amigas, ir de compras o al cine. Busca una relación estable y duradera “que no sea de hoy sí y mañana no”. Al conocerla, Sergio ha querido saber de dónde era y a qué se dedicaba, y se ha quedado muy cortado. Cristina le ha dicho que no trabajaba y que lo único que hacía era sacarse el carnet de conducir. “Invéntate algo, pero no me digas eso”, ha sentido Sergio al ver que su cita no tenía ni oficio ni beneficio.
Él le ha dicho que quería estudiar para ser educador canino, pero que trabajaba en un pub de copas. Cristina no sale fiesta, solo salió una vez y no le gustó la experiencia. Sergio le ha dicho que él al principio también era muy vergonzoso, pero Carlos Sobera, que pasaba por allí, no le ha creído ni una palabra.
Ya en la mesa, Cristina estaba muy seria, pero le ha entrado la risa cuando Sergio le ha preguntado que cómo era como persona. El soltero ha querido saber si a su cita le gustaba viajar y hacer planes improvisados y ella le ha dicho que le daba miedo el avión. Sergio ha sentido que no le iba a seguir el rollo y que en el tema de la fiesta tampoco. Él y sus amigos son de liarse y volver a casa a las dos de la tarde del día siguiente y a Cristina la ve de irse a casa a las tres de la madrugada.
El joven le ha dicho que no soporta a la gente que se enfada o que es cabezona y que le encanta hablar de política, pero Cristina es cabezona y de política solo te puede decir “si es guapo o feo el político”.
Sergio ha querido saber si a Cristina el gustaba el deporte y ella le ha dicho que había sido entrenadora de baloncesto, pero que lo había tenido que dejar. Él juego al fútbol y ha trabajado como árbitro. El soltero se estaba cansando de llevar las riendas de la conversación y le ha pedido que ella le contara algo, pero Cristina no estaba por la labor y le ha invitado a que le siguiera preguntando. Ha querido saber si iba a buscar otros equipos y no le ha gustado nada que ella se conformara y no luchara por lo que le apasiona.
Cristina y Sergio han llegado al reservado con dos sensaciones muy distintas, él estaba pensando que Cristina no era la cabra loca que necesitaba encontrar y ella encantada con la alegría y la forma de ser de su cita. En lo único que han coincidido es en que el morado es el color preferido de ambos.
Ella estaba convencida de que iban a repetir y le ha dicho que pagara la cena, pero él ha sido sincero y le ha dicho que necesitaba a una chica que le siguiera el ritmo y le gustara hacer el tonto tanto como a él.