Ana ha llegado al restaurante del amor muy convencida de lo que estaba buscando. A pesar de sus 19 años, se considera una chica muy "echada para alante" y quiere algo similar. "Tengo 19 años pero llevo una vida sexual muy activa. Me he acostado con 53 personas, empecé con 17", cuenta. "Soy camarera y eso te da muchas oportunidades, te llegan a la barra, les das tu número y luego te vas con ellos".

Por otro lado, Kike es mucho más tranquilo y calmado. Algo que no ha terminado de convencer a Ana. "Yo no tendría una segunda cita con quique porque me ha parecido un poquito más paradito que yo. Pero como amigos genial", ha dicho. Sin embargo, él sí que quería repetir: "Sí, porque me lo he pasado muy bien y creo que nos lo podríamos a volver a pasar bien en una segunda cita".

Al salir del restaurante, Ana ha tropezado con la alfombra y casi cae de bruces: "¡Que me mato!", ha dicho entre risas.