Elena alucina con el tatuaje soñado de su cita en ‘First Dates’: “Eso es muy macarra para ti”
Luis quiere tatuarse una calavera o dos telarañas en los codos: “De pijo no tengo nada”
Elena es profesora de yoga, pero se define como “una persona muy normal”
Elena es profesora de yoga y nos ha contado en su presentación en ‘First Dates’ que es algo más que su profesión, es su modo de vida. Le han llegado a comparar con David Bowie y Rosette. Es de Pamplona y asegura que en el norte está la cosa muy mal para ligar. Ha estado casada 10 años y tiene dos hijos. Busca a un compañero que comparta sus emociones y con el que compartir momentos, pero no tener una relación como tal.
Luis, su cita, es una persona introvertida, pero socialista cuando existen puntos de interés común. Entre sus aficiones destaca estar tranquilo en casa y desconectar. Al verle, Carlos Sobera se ha impresionado por su altura “dos metros, dejémoslo ahí”. Al ver a Elena ha sentido que era una chica muy atractiva y han descubierto que vivían cerquita, pero rápidamente el presentador les ha acompañado a la mesa y no han podido descubrir mucho más.
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Retomando el tema que habían dejado pendiente en la barra, Elena le ha contado que ella era profesora de yoga y auxiliar de enfermería en una residencia de personas con discapacidad. Luis ha sentido que tenía un gran corazón para dedicarse a algo así. Él está intentando emprender en este momento.
Elena estaba sintiendo que su cita era un tipo muy serio y ha querido saber si practicaba yoga, él le ha dicho que no, pero que llevaba un tiempo dedicado a la meditación y a leer libros de metafísica, algo que a ella le ha espantado un poquito porque la gente intensa no le gusta demasiado y aunque ella es profe de yoga, se considera muy normal y muy poco espiritual.
La soltera le ha contado que había estado 10 años casada y que llevaba 11 divorciada, pero Luis se estaba mostrando muy hermético. Él nunca ha tenido relaciones largas, pero no quería hablar mucho de su vida privada. En broma, Elena le ha dicho que no le estaba contando nada y él le ha confesado que costaba mucho mostrar su yo verdadero, pero que luego era una persona muy entregada.
Luis le ha dicho que no salía demasiado y que alguna vez iba a un concierto, en el tema música también se ha mostrado muy de la vieja escuela y Elena se ha sorprendido al saber que se quería tatuar una calavera o unas telarañas en los codos “eso es muy macarra para ti, si te quitas la camisa y estás lleno de tatuajes me meo”. Luis ha sentido que igual no se estaba mostrando tal y cómo era porque él no tenía nada de pijo en este momento, lo fue, pero también fue medio hippie “tenía el pelo largo e iba en chanclas todo el rato”.
En el momento de la decisión final, él le ha dicho que sí porque le habían gustado muchas cosas de su persona, pero Elena le ha dicho que no le había impactado su físico y que igual era demasiado clásico.