Inés se ha presentado como una mujer con una experiencia en el amor nefasta “los chicos tienen la cabeza en Honolulu”. Los chicos le han tratado bien, pero siempre ha sido ni contigo ni sin ti. Su madre vino a ‘First Dates’ hace unos años y tuvo una buena experiencia. Está deseando encontrar a un chico alto y sincero.
Joel, su cita, tiene claro que para gustos los colores, pero que él es un chico guapo. Ha tenido épocas de su vida en las que ligaba mucho y ahora mismo no está en su prime. Nada más verle, Carlos Sobera le ha dicho que era un chico especial y él le ha confesado que estaba a punto de ponerse a cantar.
Al escucharle cantar, Inés ha sentido muchísima vergüenza, sus caras eran un autentico poema y ha tenido claro que no la iba a conquistar cantándola una canción. A él, ella le ha parecido una chica atractiva, pero quizás un poquito alta para su gusto.
Ya sentados en la mesa, Joel le ha contado que era arbitro de fútbol y que estaba estudiando un módulo de gestión administrativa. Inés empezó a estudiar estética, pero no le entusiasmo y se puso a trabajar para poder independizarse. Inés le ha visto un chico muy correcto y “Cayetanito”, pero no le ha gustado que fuera catalán “son muy agarrados y echados para dentro”.
Él también ha encontrado en ella algo que no le gustaba nada de nada “bebes cerveza”. Joel detesta la cerveza el aliento de alguien que la ha bebido e Inés le ha dicho “vamos mal”, ella siempre se toma una cerveza al salir del trabajo y con sus compañeros habrían bromeado que le iba a tocar alguien que no bebía cerveza.
Inés ha querido saber si su cita era viajero y Joel le ha propuesto un viaje a Lleida, e Inés le ha dicho que cuando tuviera carnet de conducir. Él estaba encantado y no h dudado en decirle que la tarta estaba tan buena como ella. Inés estaba cómoda y el chico le estaba pareciendo mono.