Moisés y Gladys cierran su cita en ‘First Dates’ con un poema de amor y un masaje de pies
Los solteros comparten su pasión por Lorca y Camarón
Moisés se quita el sombrero al saber la edad de su cita: “No aparentas más de 40”
Moisés Portillo Burgos, viene de la provincia de Ciudad Real, tiene 63 años, fue promotor artístico y actualmente, está prejubilado. Le encantan los cantautores y su preferido es Sabina “me quito el sombrero”. Se divorció hace 22 años, ha tenido amores esporádicos “casi siempre me voy a enamorar de quién de mí no se enamora”. Tiene claro que su soledad no le va a traicionar, pero echa de menos ir a un concierto con una mujer. Desde la pandemia, le ha dado por escribir poesías y si las musas le vienen a las cuatro de la madrugada, no duda en levantarse.
Gladys Prince, su cita, es actriz, directora, asesora actoral y en el amor es como doña Rosita la soltera de Lorca. Al verla, Moisés se ha quitado el sombrero y ha sentido que no mentían cuando hablaban de la belleza de las mujeres venezolanas. Gladys se ha sorprendido al saber que su cita escribía poesía y no ha dudado en comenzar la cita recitándole “Verde que te quiero verde…”.
Ya sentados en la mesa, Gladys le ha contado a su cita que llevaba solo 4 meses en el país porque es actriz y ahora estaba metida de lleno en la obra de Lorca, pero que le apasionaban otros autores como Miguel Hernández. Eso a él le ha servido de mucho y eso que todavía no le había contado que le encantaba Camarón. Han descubierto que los dos venían del mundo del arte y la cosa ha comenzado a fluir.
El soltero no ha dudado en quitarse el sombrero al saber que Gladys tenía 60 años porque él no le hubiera echado más de 40. Ella se ha reído y le ha dicho que estaba haciendo casting para interpretar personajes de 40 o 50 años y que se reía muchísimo de la situación. Moisés tiene 63 y le ha contado que tiene 2 hijos, pero que lleva 22 años divorciado y viviendo solo. Ella también está acostumbrada a la soledad, pero siente que “estoy en el momento más bonito de mi vida para compartir”.
Jugando al Rasca del Amor, los solteros han descubierto que los dos eran muy activos en el tema sexual y Gladys le ha contado que había aprendido a hacer masajes en los pies y que si quería se lo demostraba.
Ella no se quería quedar con las ganas de escuchar alguna de sus poesías y le ha pedido que le recitara una antes de tomar la decisión final. Moisés le ha sorprendido con un poema sobre el amor y ambos han tenido claro que querían seguirse conociendo. Eso sí, lo primero que van a hacer es un masaje relajante de pies.