Joel simula que su cita le está excitando en ‘First Dates’: “He tenido que mentir”
Ana está segura de que le gusta mucho a su cita: “Se ha puesto colorado”
Joel, indignado: “No soy un osito, soy un tigre, un tiburón”
Joel se ha presentado en ‘First Dates’ como un tipo “un poquito canalla” que suele confundir. Siente que quiere salir del “mujerismo” y espera encontrar a una mujer que le toque el corazón. Le gustaría encontrar a una mujer con un cuerpo trabajado que le hable de su forma de vida.
Ana, su cita, es una mujer que hace poco que salió de una relación de tres años que todavía no ha olvidado del todo. Tiene claro que no es una mujer fácil de entender y espera encontrar a un hombre con su madurez. Al ver a Joel se ha puesto un poquito nerviosa y no se ha querido acercar demasiado, pero él se ha quedado un poco chafado porque su cita no era lo que esperaba.
En la mesa, los solteros han comenzado la cita desde puntos muy diferentes. Ella ha visto a un chico que le gustaba, un osito al que achuchar y le ha contado que era modelo, pero que había dejado el mundo de la fiesta porque quería centrarse y montar su propio negocio de ropa. Sin embargo, Joel sentía que había cosas que le frenaban y que Ana no estaba siendo sincera cuando le decía que era muy guapo.
Ana ha querido saber si su cita se consideraba ángel o diablo, y él le ha dicho que dependía de la ocasión. Eso sí, cuando ella le ha dicho que le caía bien porque parecía maduro, era fiestero y tenía pinta de osito, Joel se ha indignado “¿Un osito? Yo soy un tigre, un tiburón”. Es consciente de que su apariencia puede engañar a las chicas, pero él de maduro y achuchable tiene muy poco.
La soltera también ha querido saber cómo se veía él en cuatro años y Joel le ha soltado un “casado y con hijos”. A Ana le ha parecido bien, pero ella quiere tres hijos y él cuatro. Su cita estaba teniendo varias caras y no sabíamos que iba a suceder en el reservado, pero el soltero nos ha confesado que le había tocado “mentir”.
Joel se ha atrevido a darle un beso de vampiro a Ana y ella ha sentido que le estaba volviendo loco “se ha puesto rojito”. Le ha contado al oído que tenía todo el cuerpo tatuado y él ha fingido que le estaba calentando, pero en realidad le ha dado igual que estuviera tatuado o no porque con ella no tendría más que una noche de pasión.