A Isabel no le importa el físico de los hombres, pero sí su carácter. Necesita a un chico con mucho carácter, que ser ría mucho y con decisión, que la lleve y la mueva. Carlos Sobera le ha presentado a Josmar, un chico que considera que el amor es “entrega, disciplina, compromiso…”.
El soltero ha entrado muy timidito “pisando plomo” e Isabel no ha sentido que fuera el hombre que se hace notar que ella esperaba. Josmar también se ha quedado un poco frío al verla porque la ha visto bajita, pero cuando se ha fijado en su mirada, la cosa ha cambiado “hemos conectado y ha empezado a fluir”. Ella ha querido saber de dónde era su nombre y se han dicho la edad que tenían.
Isabel ha comenzado la cita interesándose por el pasado sentimental de su cita y Josmar le ha dicho que llevaba un año soltero, pero que ya necesitaba una pareja porque si el camino se complica es mejor recorrerlo acompañado. Ella ha sentido que iba a ser un chico que necesitaba todo el rato la aprobación de su pareja y ella necesitaba más carácter en su vida.
Josmar ya se ve teniendo una relación estable y duradera, y ella le ha contado que se siente libre y que tras pasar el duelo de su ruptura comenzó a conocerse más y ha querer disfrutar de la vida. En Sudamérica igual ya les tachan de solterones o mayores para él amor, pero Isabel se siente todavía muy joven y con mucho por vivir.
La soltera ha tenido claro que Josmar tenía muy marcado lo que quería y que no tenía nada que ver con lo que ella está buscando. Él quiere formar una familia y tener una relación estable, algo que ella no descarta, pero está buscando a una persona con la que viajar y disfrutar de la vida y si luego vienen los hijos “espero que no”, vendrán.
Isabel ha querido saber si su cita era celoso y al ver que él se pensaba la respuesta ha tenido claro que sí lo era y eso no le ha gustado nada. Él le ha explicado que todos somos celosos cuando estamos enamorados, pero ella tiene muchos amigos de toda la vida con los que mantiene una relación muy especial que no todo el mundo entiende.
Cuando ha comenzado a sonar la música, los jóvenes se han puesto en pie y Josmar le ha dicho que estaba muy tímido, pero que la portada del libro no tenía nada que ver con el interior y que era mucho más extrovertido de lo que parecía. Isabel no le ha creído y se ha escondido en la altura de su cita para justificar las calabazas que estaba a punto de darle.
Josmar ha sentido que podían seguirse conociendo y que podían conectar en bastantes cosas, pero ella ha sido sincera y le ha dicho que le notaba muy paradito para lo que ella estaba buscando.