La tierna declaración de amor de un soltero de ‘First Dates’: “Quiero a mis sobrinos más que a nadie en este mundo”

Eduardo ha estudiado un máster de guion de cine y “no te lo dicen, pero te vas a dedicar a servir copas”. Él considera que tiene suerte porque las sirve en un lugar de lujo, pero no piensa dejar de escribir. Lleva seis años sin pareja, no ha encontrado a nadie con quien conectar y le gustaría encontrar a alguien con quién compartir su sentido del humor y si puede ser, que sea guapo.

Abel, su cita, es un soltero al que sexualmente le va “de maravilla”, pero en el amor solo ha tenido una pareja y le gustó tanto que no le importaría repetir. Al verle, a Eduardo le ha entrado la risa floja “es mono”. Los padres de Abel son sirios, pero él nació en Venezuela y habla los tres idiomas “es una de las pocas cosas que me hacen interesante”.

Ya sentados en la mesa, Abel le ha contado que trabaja para Amazon y Eduardo le ha contado que se dedica al mundo de la hostelería, pero que está esperando que le confirmen un trabajo en Australia. A Abel le estaba gustando su cita y le ha parecido interesante todo lo que le contaba, pero al saber que vivía en casa de sus padres, se ha desilusionado un poco porque él está independizado y busca a alguien que está más o menos igual que él.

Respecto a sus relaciones pasadas, Eduardo le ha contado que había tenido una relación seria que terminó hace seis años, pero que en su juventud había estado con dos chicas a las que quiere con locura “una de ellas es lesbiana y la relación fue fantástica”. Abel se ha sorprendido, pero ha entendido que tardara en descubrir su tendencia sexual.

Abel solo ha tenido una relación y la comenzó con 30 años, algo que a su cita le ha sorprendido porque él es mucho más joven y lleva muchísimos años sin tener una cita, algo que Abel hace con muchísima frecuencia.

El soltero ha querido saber si Eduardo tenía hermanos porque él tenía dos y estaba feliz de tener a sus sobrinos. Para Abel la familia y es súper importante y asegura que “Quiero a mis sobrinos más que a nadie en este mundo”. A Eduardo le ha sorprendido, pero le ha parecido algo positivo porque él no soporta a la gente que dice “odio a los niños”. Eso sí, no ha dejado que Abel se expresara bien y eso ha marcado un antes y un después en su cita.

En el momento de la decisión final, Eduardo se ha lanzado a la piscina y le ha dicho que sí quería repetir. Se lo ha pasado muy bien y sentía que junto podían “pasarlo chulo” sin embargo, Abel le ha dicho que no les veía de pareja porque había mucha diferencia de edad y sobre todo porque seguía viviendo con sus padres. Eso sí, le había parecido guapísimo y muy divertido.